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Una tutoría ocurre cuando un asesor o mentor brinda orientación a un aprendiz, compartiendo valiosas experiencias, habilidades y conocimientos. La creación de un programa de tutoría en el lugar de trabajo facilita oportunidades educativas que pueden ayudar a los empleados a avanzar en sus carreras y pueden facilitar una cultura corporativa acogedora. En este artículo, analizaremos cómo configurar un programa de tutoría en un entorno profesional.
Un programa de coaches ayuda a los nuevos empleados o aquellos que comienzan sus carreras a encontrar mentores experimentados que puedan guiarlos en su desarrollo profesional. Los programas de tutoría en el trabajo pueden aumentar la retención de empleados, la satisfacción en el lugar de trabajo y fomentar el crecimiento profesional. Un programa bien organizado ofrece estructura y orientación durante todo el proceso de tutoría para maximizar sus beneficios.
Organizar cuidadosamente el programa de tutoría desde el principio les dará a todos expectativas y pautas claras, mejorando la satisfacción general con la experiencia. A continuación, encontrarás cinco pasos clave para crear un programa de tutoría en el lugar de trabajo.
Las empresas suelen diseñar programas de tutoría para ayudar a mejorar el rendimiento. Se puede lograr de muchas formas. Se puede diseñar un programa de tutoría que se integre con el proceso de incorporación de la empresa y se centre en ayudar a los nuevos empleados a aclimatarse al lugar de trabajo. Otra opción es consolidar un programa de mentores para el desarrollo del liderazgo que ayude a preparar a los posibles gerentes para las promociones.
Hay que determinar cómo se beneficiará la empresa de dichas tutorías. Para ello es imprescindible identificar aprendices a los que dirigir el programa y explorar cómo se beneficiarán estas personas de la tutoría. Hay que decidir los siguientes aspectos:
Se deben elegir objetivos claros, medibles y alcanzables. De esta forma, los líderes organizacionales a comprenderán mejor el valor del programa y facilitará la tarea de ofrecer objetivos claros a los mentores.
Los programas de tutoría en el lugar de trabajo pueden adoptar muchas formas. A medida que se configura el programa de tutoría, se debe considerar lo siguiente:
Trazar el proceso desde la inscripción en el programa hasta la finalización de los objetivos a través de una evaluación continua permitirá determinar los beneficios aportados por la tutoría para involucrados. Un diagrama ayuda a visualizar los pasos críticos que tomarán los mentores y los aprendices.
Además, resulta muy interesante crear una evaluación del programa de tutoría. La información de esta entrevista o encuesta permitirá mejorar los programas futuros para que las oportunidades de tutoría de la empresa evolucionen positivamente.
Los programas de tutoría con éxito dependen de un grupo diverso de mentores y aprendices. Hay que emplear la meta y el esquema del programa para guiar el proceso de selección. Se puede optar por aceptar solicitudes de cualquier persona interesada en el programa o comunicarse con los participantes solo por invitación.
Hay que compilar los detalles útiles sobre los participantes, como sus antecedentes profesionales, conjuntos de habilidades clave, fortalezas y debilidades. Además, hay que consultar a los mentores qué es lo que más les gustaría compartir con los aprendices. Por último, también se debe entrevistar a los aprendices con relación a sus objetivos profesionales para que tener una idea clara de lo que cada persona tiene para ofrecer.
Lo ideal sería seleccionar mentores que sean respetados dentro de la empresa y tengan éxito. Por el otro lado, la selección de aprendices estará orientada a aquellas personas que se dediquen al trabajo y estén posicionados para avanzar con mayor desarrollo de habilidades y formación.
Se deben facilitar oportunidades enriquecedoras de tutoría emparejando de manera consciente a los mentores y aprendices para que sus fortalezas y debilidades se equilibren entre sí. Es posible contar con mentores con experiencia valiosa en las áreas sobre las que los nuevos empleados quieren aprender. Para encontrar las mejores coincidencias se deben examinar las solicitudes, las notas de la entrevista o el expediente profesional de cada individuo con atención.
No está de más permitir que mentores o aprendices participen en el proceso de selección. Proporcionar al mentor o aprendiz una opción de tres candidatos que haya identificado como buenas posibilidades según su evaluación. Permitir que los participantes hagan la selección final puede darles un sentido de propiedad sobre el proceso.
Antes de que comenzar el programa, es útil capacitar a los mentores para que comprendan sus expectativas y cómo apoyar mejor a sus aprendices. Para ello se debe cuestionar lo siguiente:
Hay muchas formas en las que poder llevar a cabo la tutoría. El mentor puede demostrar nuevas habilidades, observar al aprendiz y ofrecer retroalimentación constructiva, llamadas de ventas de juegos de roles u otras interacciones importantes. Hay que plantear estas posibilidades a los mentores y animarlos a trabajar en estrecha colaboración con sus aprendices para diseñar un programa que funcione para ambos participantes.
El objetivo de la formación de mentores es equiparlos con las herramientas necesarias para el éxito. Luego, cada mentor seleccionará el enfoque apropiado en función de su experiencia y evaluación del aprendiz.
Si bien los empleados pueden buscar mentores por su cuenta, es muy valioso ofrecer un formato estructurado para que se desarrolle este tipo de relación. Un programa de tutoría organizado en el lugar de trabajo facilita que los trabajadores ambiciosos encuentren asesores dispuestos a ayudarlos a lograr sus objetivos profesionales.
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