El liderazgo autoritario, verticalista, que no concibe su vulnerabilidad ni la de los demás, aquél que quiere imponerse por la mera lógica del poder y la jerarquía. Ese liderazgo que no quiere que nadie sobresalga más que él, que nunca escucha, que jamás reconoce el esfuerzo, que no da autonomía ni confianza y que no valora la diversidad, está condenado al fracaso. El liderazgo que se impone es el humanista, cercano e inclusivo. Las nuevas generaciones tienen otras expectativas en relación al mundo laboral, buscan el equilibrio entre salud mental y trabajo.
Promover la salud mental de tu equipo es una responsabilidad esencial para cualquier líder que desee mantener un entorno de trabajo saludable y productivo. Para lograrlo, es fundamental fomentar una cultura de apoyo y comunicación abierta. Esto implica escuchar activamente a los miembros del equipo, brindarles un espacio seguro para expresar sus preocupaciones y demostrar empatía hacia sus desafíos. Además, se deben establecer expectativas realistas, evitando cargar a los empleados con una carga de trabajo abrumadora y estableciendo metas alcanzables. Ofrecer recursos para la gestión del estrés y la salud mental, así como promover el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, también son componentes clave en el cuidado de la salud mental de tu equipo. Al tomar medidas proactivas para promover la salud mental, no solo mejoras el bienestar de tus empleados, sino que también fortaleces la cohesión del equipo y aumentas la productividad en el lugar de trabajo.
Una de las piezas claves para cuidar la salud mental en el trabajo es el estilo de liderazgo. Ya nos pueden enseñar a meditar, a hacer mindfunles, a gestionar nuestras emociones y a respirar cuando estemos con altos niveles de estrés, que si no nos sentimos ni valorados ni escuchados por nuestro jefe o jefa, el malestar psicológico, y todo lo que eso conlleva, será inevitable. Entonces, ¿qué podemos hacer para promover el bienestar psicológico en nuestros equipos?
6 consejos para mejorar la salud mental en el equipo
Te doy 6 recomendaciones que a mi siempre me han ayudado:
1. Escucha de forma activa
Escuchar activamente es mucho más que escuchar. Es comprender lo que te están diciendo, empatizar con la persona que está compartiendo algo importante para ella. No te distraigas, no cojas el móvil, no pienses en otra cosa, ni vayas con prisa si un colaborador te ha pedido un momento para hablar. Ese gesto, puede cambiar muchas cosas.
2. Promueve la autonomía
Este es uno de los elementos fundamentales para generar bienestar psicológico. Todos necesitamos sentirnos con cierta autonomía en la tarea que realizamos. La autonomía nos hace sentir capaces, desplegamos nuestras habilidades y ganamos autoestima.
3. Fomenta la colaboración
El divide y reinarás ya no Hacer competir a los miembros de tu equipo es una práctica desfasada que no te llevará a ningún sitio. Es crear el anti-equipo porque la competencia genera oponentes y con un adversario no puedes conseguir un objetivo común. Si promueves la cooperación y medias en los conflictos, el sentimiento de equipo crecerá y las metas comunes se llevarán a cabo y la salud mental aumentará.
4. Reconoce el trabajo
Hay pocas cosas más frustrantes que nos esforcemos por algo y no se nos valore. Es sin duda, la mejor táctica de desmotivación que puedes emplear con tu equipo y seguro una forma muy común de dañar su salud mental porque necesitamos el re-conocimiento del otro, esa caricia psicológica para desarrollarnos como seres humanos. Valora el trabajo, valora a las personas, reconoce el lugar que ocupa cada uno en el equipo y habrás puesto en marcha el motor del bienestar emocional.
5. Promueve la participación
Las personas necesitamos sentirnos parte de algo. Es igual que el equipo sea remoto, o justamente por eso. No des todo por hecho, pregunta cómo lo ven, implementa las ideas que la gente te plantea, seguro que su visión es diferente que la tuya y quizás más acertada. Proporciona herramientas para que participen de la construcción de ese entorno común, de un equipo creado por todos.
6. Muestra tus debilidades
A veces se asocia liderazgo a frialdad, o vulnerabilidad a fragilidad y nada más lejos de la realidad. Qué me puede hacer sentir más cercano a alguien que me diga: “te necesito” o “¿me ayudas?”. Mostrar nuestras zonas más frágiles, es una maravillosa herramienta de liderazgo. Es decirle al equipo que no sabes todo y que, por lo tanto, ellos son importantes, y en algunos campos, más que tu. Esta actitud ligada a la humildad, generará un puente, una conexión con tu equipo que fortalecerá el vínculo.
7. Construye un propósito en común
Los equipos están formados por individualidades, y por eso es importante cuidar la individualidad, pero también es clave construir algo que nos trascienda como individuos. Ese elemento que nos trasciende es fundamental para el bienestar. En todos los estudios sobre felicidad un elemento que se repite en las personas con más nivel de bienestar es el sentido, el propósito. Un equipo con un propósito común es un equipo más cohesionado y feliz.
En definitiva, todas las recomendaciones están orientadas a generar confianza, la piedra angular de cualquier relación y pieza fundamental para promover la salud mental en los equipos de trabajo.
María José Aldunate Responsable de Asistencia Psicológica y Atención al Duelo, DKV Salud y Bienestar