Gestionar las ausencias y minimizar su ocurrencia es un desafío continuo en todas las etapas del ciclo de vida de los empleados. El informe Prácticas de recursos humanos en Irlanda 2023 del CIPD encontró que el año pasado, los problemas de salud mental fueron la segunda causa más común de ausencia después del COVID-19. No se pueden minimizar los riesgos psicosociales que se ponen de manifiesto en informes como éste.
Cuando examinamos los factores que contribuyen a los problemas de salud mental, la carga de trabajo destacó significativamente (55%). Aproximadamente un tercio de los encuestados percibió una falta de apoyo de la dirección, una cultura de “siempre activo” y preocupaciones sobre el regreso a la oficina. Estos son importantes y merecen atención para reducir cualquier impacto negativo del trabajo en los empleados.
Ahora es el momento de prestar más atención a estos riesgos psicosociales en el lugar de trabajo. Como reflejo de su importancia, la Organización Internacional de Normalización (ISO) emitió en junio de 2021 la ISO45003, una nueva norma de gestión de la salud y la seguridad para los riesgos psicosociales en el lugar de trabajo, que proporciona un plan acordado a nivel mundial para la gestión de la salud mental en el lugar de trabajo.
Tradicionalmente, las organizaciones cuentan con procedimientos y protocolos importantes para gestionar la salud física y la seguridad en el trabajo, pero se ha hecho menos con respecto al bienestar mental de los empleados.
Una de las barreras para abordar los peligros psicológicos es la falta de comprensión de que el bienestar mental necesita un enfoque completo de gestión de riesgos que cuente con el apoyo de la alta dirección. Esto requiere recursos, cambio cultural y colaboración entre departamentos y claridad en la apropiación del tema.
En septiembre de 2023, la Autoridad de Salud y Seguridad (HSA) publicó una hoja informativa para compartir consejos prácticos sobre qué son los peligros psicosociales, las funciones y responsabilidades de los empleadores y empleados, y los pasos a seguir para llevar a cabo una evaluación de riesgos psicosociales en el ambiente de trabajo.
¿Qué son los riesgos psicosociales?
Según la guía de la HSA, el término “psicosocial” se relaciona con la influencia combinada que los factores psicológicos y el entorno social circundante tienen sobre el bienestar físico y mental de una persona y su capacidad para funcionar. Por ejemplo, las normas sociales y culturales, la forma en que las personas interactúan entre sí o la forma en que se realiza el trabajo. Combina la mentalidad del individuo con el entorno laboral: la cultura, las comunicaciones o el flujo de trabajo.
Un buen entorno psicosocial mejora el rendimiento y el bienestar. Ciertos tipos de trabajo y entornos laborales (por ejemplo, trabajar solo, trabajar a distancia, trabajar por turnos y trabajar de forma repetitiva) pueden contribuir al riesgo psicosocial. Es importante identificar y comprender los riesgos psicosociales (o factores estresantes) comunes que pueden provocar conflictos, angustia, mala salud física o enfermedades ocupacionales y ausencias prolongadas del trabajo en la organización, y establecer controles para gestionar los riesgos.
Los riesgos psicosociales deben gestionarse de forma sistemática e implicar consultas y colaboración en toda la organización, de forma similar a otros riesgos para la seguridad y la salud en el lugar de trabajo. Si bien es posible que la función de RR.HH. no siempre sea responsable de la seguridad en el lugar de trabajo en una organización, tiene responsabilidades en torno a muchas de las mitigaciones necesarias para abordar los riesgos psicosociales.
Los riesgos psicosociales típicos en el lugar de trabajo incluyen:
Acoso
Demandas contradictorias y falta de claridad de roles.
Falta de control sobre la forma en que se realiza el trabajo y/o el ritmo de trabajo
Falta de apoyo de colegas y/o gerencia
Mala comunicación o falta de comunicación
Trabajo por turnos
Inseguridad laboral
Trabajo remoto
Clientes de alta dependencia
Cambio organizacional mal gestionado
Trabajar solo
H3Responsabilidades del empleador y del empleado
Los empleadores tienen la responsabilidad de gestionar los riesgos psicosociales conocidos. Ellos deberían:
Llevar a cabo una evaluación de riesgos para identificar los peligros psicosociales
Implementar medidas de control para los peligros identificados
Comunicar políticas y procedimientos a los empleados
Garantizar que los gerentes y supervisores sean competentes o estén capacitados para abordar mejor los riesgos psicosociales
Garantizar que se mantengan y utilicen registros adecuados para identificar las tendencias a abordar
Los empleados también tienen su papel que desempeñar. Sus responsabilidades incluyen:
Seguir las políticas o procedimientos establecidos para hacer frente a los riesgos psicosociales
Realizar el trabajo para el que fueron capacitados, de manera segura
Comunicar a su empleador cualquier problema que les impida gestionar o realizar su trabajo
Comportarse de manera razonable, respetuosa y adecuada, tratando a todos con dignidad y respeto en el trabajo
Cooperar con cualquier investigación o evaluación sobre el comportamiento de un colega y responder con sinceridad a cualquier consulta que se les formule
Informar cualquier comportamiento inaceptable y/o peligroso, como intimidación o conflicto
Realización de una evaluación de riesgos psicosociales
La HSA proporciona una plantilla e identifica los pasos a seguir para llevar a cabo una evaluación de riesgos de cualquier peligro psicosocial que pueda causar daño a las personas y a su salud mental. La evaluación de riesgos es el punto de partida para establecer medidas de control para eliminar o reducir el riesgo de daños en su lugar de trabajo. En el caso de los peligros psicosociales, una evaluación de riesgos debería identificar y gestionar los peligros de alto riesgo que una persona razonable consideraría perjudiciales.
Los principales factores estresantes que deben tenerse en cuenta en una evaluación de riesgos psicosociales incluyen las demandas laborales, los controles establecidos, los apoyos disponibles (capacitación, apoyo, salud ocupacional), las relaciones, los roles y la claridad de los roles, y cómo se gestiona el cambio.
Las áreas clave a considerar al evaluar los peligros y riesgos psicosociales son:
El tipo de trabajo que se realiza, por ejemplo, exposición a contenido gráfico, clientes difíciles, comportamientos amenazantes (daño/violencia), largas horas de conducción, uso de maquinaria pesada…
El sistema de trabajo (por ejemplo, trabajo por turnos o a distancia)
El tipo de queja(s) presentada(s)
La cultura del lugar de trabajo: esto se puede evaluar mediante encuestas o analizando las ausencias o quejas para identificar una tendencia.
La guía destaca el peligro del acoso laboral y refuerza que todas las personas en el trabajo tienen derecho a ser tratadas con respeto, que los empleados deben comprender que se espera un estándar de comportamiento y que las quejas deben manejarse adecuadamente.
Proporcionar una manera para que las personas discutan cualquier problema que surja entre individuos o grupos, y para hacer una pequeña aportación o cambio en una etapa temprana, puede reducir la probabilidad de que surjan más dificultades.
El CIPD recomienda que los empleadores alivien de manera proactiva los riesgos psicosociales tomando las siguientes medidas:
Identificar riesgos psicosociales potenciales en el lugar de trabajo, como altas exigencias laborales, bajo control laboral, acoso laboral o sistemas de apoyo inadecuados. Se deben incluir en el registro de riesgos y trabajar para encontrar soluciones. Garantizar retroalimentación y evaluación periódicas en este proceso.
Incorporar los riesgos psicosociales en las políticas, procedimientos y gobernanza actuales.
Fomentar una cultura respetuosa y honesta permitiendo un diálogo abierto entre la dirección y los empleados.
Considerar factores de diseño del trabajo como la carga de trabajo, la variedad de tareas y la autonomía para reducir el estrés y los problemas de salud mental.
Promover el bienestar de los empleados y el equilibrio entre la vida personal y laboral.
Proporcionar formación y concienciación a directivos y empleados sobre los riesgos psicosociales, la gestión del estrés y los problemas de salud mental y cómo abordarlos.
Proporcionar acceso a recursos de salud mental, como servicios de asesoramiento.
Asegurarse de que los mecanismos de resolución de conflictos dentro de la organización aborden los conflictos en el lugar de trabajo de forma rápida y eficaz.
Dar voz a los empleados sobre asuntos que afectan su trabajo y bienestar.
Implementar el Código de Prácticas para empleadores y empleados sobre la prevención y resolución del acoso laboral.
Crear un lugar de trabajo que sabe abordar los riesgos psicosociales y por ello se convierte en un espacio saludable, beneficia no sólo a los empleados individuales sino también al desempeño general y al éxito de la organización.