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La era digital no ha dejado atrás ciertas enfermedades y trastornos que pueden afectar a los trabajadores. La ergonomía laboral se centra en el uso de objetos de trabajo y la exposición a factores que pueden causar problemas de salud. Veremos cómo estas circunstancias afectan al rendimiento de las personas.
Las empresas que evitan adoptar medidas preventivas se exponen a un mayor índice de absentismo laboral. Se debe a dolencias y enfermedades derivadas del desempeño de las competencias profesionales de los empleados. Además, la no adecuación de las condiciones de trabajo acaba pesando sobre la productividad.
La Asociación Española de Ergonomía deja muy claras todas las cuestiones que rodean a la ergonomía laboral. Empecemos por saber cómo la entiende.
“La ergonomía es el conjunto de conocimientos de carácter multidisciplinar aplicados para la adecuación de los productos, sistemas y entornos artificiales a las necesidades, limitaciones y características de sus usuarios, optimizando la eficacia, seguridad y bienestar”.
La ergonomía es la metodología que se encarga del diseño y la adaptación de los sitios de trabajo. Se pretende conseguir la mejor interacción entre el empleado, el lugar en el que desempeña su tarea y la maquinaria que usa para ello.
En definitiva, el objetivo primordial de la ergonomía se centra en la optimización de tres factores relevantes:
Es verdad que la aparición de esta metodología es muy novedosa en el entorno laboral. Por ello, es preciso que los especialistas en salud asuman pautas ergonómicas que propicien un protocolo efectivo.
Es necesario que las organizaciones conciban la economía laboral como un apartado lógico y coherente. El objetivo primordial debe ser el de realizar una adaptación que favorezca el trabajo. Para ello, se tendrá en cuenta la maquinaria, los utensilios, el mobiliario e, incluso, el ambiente que debe implementarse.
De esta manera, los miembros de la plantilla deben figurar en el centro de la estrategia. Se pretende que los trabajadores puedan desarrollar su actividad de un modo más idóneo y responsable. Los equipos de trabajo verán protegida su integridad física y emocional.
Es una apuesta segura por la mejora de la productividad y la retención del talento. Intervienen especialistas en diferentes ámbitos profesionales para configurar un protocolo. Teniendo siempre en mente las particularidades y características de cada puesto de trabajo.
El diseño protocolario ergonómico contemplará las singularidades de cada empresa y las ocupaciones profesionales. No obstante, existe un grupo de técnicos que combinan sus conocimientos para trazar un reglamento adecuado. Sobresalen las siguientes áreas:
El fin de la ergonomía debe ser la de conseguir una adaptación de las funciones ocupacionales. Siempre teniendo en cuenta las facultades del trabajador. De esta manera, las herramientas profesionales se concebirán conforme a los requisitos de quien hará uso de ellas.
Una vez comprendida esta situación, llega el momento de determinar cuáles son los principales objetivos de la ergonomía laboral:
Al ser una disciplina sometida a distintos matices, existen diferentes tipos de ergonomía. Cuestiones como la diversidad de la plantilla, su coexistencia, los materiales y herramientas o el ambiente, propician la necesidad de diferentes tipos de ergonomía:
Estudiar los ambientes y elementos de trabajo consigue que los trabajadores desempeñen sus tareas de una manera más cómoda. Gracias a ello, se ha demostrado que descienden notablemente los niveles de estrés y ansiedad. También el número de enfermedades ocupacionales.
De este modo, la función del empleado se ve enriquecida. Además, se ha comprobado que la experiencia laboral se vuelve mucho más productiva.
Queda clara la manera en la que afecta la ergonomía laboral al rendimiento de las personas. Por ello, es preciso que, desde las organizaciones, se realice el esfuerzo necesario para adoptar las medidas oportunas para que empleados y empleadores se comprometan con las mejores prácticas.
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