En esta segunda entrega del Monitor Adecco se analiza el perfil socioeconómico de la ocupación en España. Su objetivo es analizar los puestos de trabajo que se están creando o destruyendo en nuestro país desde el punto de vista sectorial, de la situación profesional (autónomo, asalariado, etc.), y si la contratación o la caída en ella está afectando más a los trabajadores indefinidos o a los temporales.
Al igual que en la primera parte de este estudio, en aquellos puntos en los que sea relevante la información, estableceremos una comparativa entre los datos de 2020 con los de 2008 –año en que comenzó la anterior crisis económica en nuestro país- para comprender mejor el impacto que ambas recesiones han dejado en la ocupación española y si las consecuencias de ambas han sido muy diferentes.
Como ya se vio hace unos días, la pandemia ha hecho desaparecer prácticamente todos los empleos creados en los dos años anteriores pues en el último año se han destruido 697.400 puestos de trabajo (-3,5% interanual). El empleo ha caído en todas las comunidades autónomas excepto en la Región de Murcia (+0,1%, por la creación de 500 empleos) y los jóvenes son los que están sufriendo con mayor fuerza las consecuencias laborales de esta crisis.
Y así se ha distribuido la destrucción de empleo en nuestro país, según las variables socioeconómicas: sector, empleo asalariado o por cuenta propia, y tipo de contratación (indefinida o temporal).
Los puntos más destacados de este último monitor sobre la ocupación en España reflejan:
En los últimos doce meses recogidos por la EPA, el número de ocupados en nuestro país se ha reducido en 697.400 personas (-3,5%). 496.100 de esos empleos se registraban dentro de la rama de actividad Comercio y hostelería, lo que supone una caída interanual de un 8,3% para este sector y representan 7 de cada 10 empleos destruidos en nuestro país. Tras ella, la rama de actividad con más pérdidas de puestos de trabajo ha sido Servicios culturales y otros, con un descenso de un 6,1% interanual.
Solo cinco de las once ramas de actividad existentes han incrementado su ocupación a lo largo de estos meses. Finanzas y seguros (+4,4% interanual) y Agua y energía (+2,7%) exhiben los mejores resultados porcentuales, aunque el mayor número de nuevos empleos, sin embargo, corresponde a AA.PP. y servicios sociales (84.200; +1,9%).
Si separamos los empleos en dos grandes categorías, Asalariados y No asalariados (empleadores y autónomos), la casi totalidad de los puestos de trabajo destruidos en los últimos doce meses (97,8%) corresponden a la primera. En efecto, el número de asalariados ha tenido en el tercer trimestre un descenso interanual de 682.000 personas (-4,1%), al mismo tiempo que el de no asalariados ha disminuido en 14.400 (-0,5%).
Dentro de los no asalariados hay diferencias: mientras ha bajado el número de empleadores (caída interanual de 74.100 personas; -7,7%) y el de Otros (donde se incluyen principalmente miembros de cooperativas y personas que ayudan en el negocio familiar sin remuneración; perdió 7.800 personas, -7,8%), se ha incrementado la cantidad de autónomos (aumento de 67.500 personas, con una subida interanual de un 3,4%), que puede explicarse por los microempresarios que han despedido a todo su personal (por lo que dejan de ser empleadores) y por personas que, al perder su empleo, intentan iniciar una actividad independiente.
Entre los asalariados también hay una marcada disparidad entre los sectores público y privado: mientras en este último se han perdido 790.400 puestos asalariados (-5,8% interanual), el sector público ha contratado a 108.400 personas (+3,4%).
Casi 9 de cada 10 empleos asalariados suprimidos son de carácter temporal. En efecto, la eliminación de 682.000 empleos asalariados se desagrega en la pérdida de 99.100 plazas de carácter indefinido (-0,8%) y la supresión de 582.800 empleos formalizados con un contrato temporal (-13%).