Anuario del Mercado de Trabajo 2021

Por segundo año, Adecco Group Institute lanza el Anuario del Mercado de Trabajo, que pretende servir de guía para todos aquellos que quieran tener una visión panorámica de las diversas variables que tienen que ver con el Empleo y los Recursos Humanos.

Bien entrados ya en 2021, y con la ilusión en una recuperación, seguro que bienvenida pero aún lejana a nuestros deseos, el año 2020 ha cambiado completamente la fotografía del Mercado de Trabajo, yendo mucho más allá de los efectos previstos por la transformación digital en la que estábamos embarcados antes de la pandemia.

Entorno demográfico y económico

En efecto, al incesante envejecimiento de la población y la, que parece irremediable, prolongación de la vida laboral, la imagen macro de nuestra realidad viene marcada este año por los impactos del Covid-19 en todas las variables económicas: el PIB per cápita de nuestro país cae más del 10% y en las islas se mueve entre el 17% y el 21% de caída.

Descensos importantes en el consumo, la inversión, y el sector exterior hacen que el nivel de nuestra demanda agregada arroje un panorama muy complicado. Tampoco podemos olvidar la enorme pérdida de tejido empresarial, con más de 100.000 empresas menos, y con una nueva caída de aquellas de mayor tamaño, preocupante situación si consideramos que por cada empresa que desaparece, tenemos 10 puestos de trabajo menos.

Empleo

Desde la óptica del empleo, las últimas cifras de la EPA indican que ha caído la población activa al tiempo que crecen los inactivos, teniendo España una de las tasas de actividad que más baja en Europa.

Hay una clara relación entre una mayor cualificación y las mayores oportunidades de empleo. España tiene una de las generaciones mejor formadas de nuestra historia y entorno internacional, pero al mismo tiempo esconde bolsas de población infra cualificadas, o que ni trabajan ni estudian, lo que exige cambiar el rumbo en las políticas activas de empleo, ya que seguir haciendo más de lo mismo es la anticipación de un nuevo fracaso.

Esta crisis se ha cebado en los sectores más afectados por los confinamientos, como la hostelería y el comercio, junto a los sectores más tecnológicos, la alimentación y la agricultura, llama la atención el crecimiento del empleo en el sector de la Salud y la Educación. No debe tampoco pasar desapercibido que, en plena caída de empresas y ocupación en el sector privado, el empleo público ha crecido un 0,7%, lo que ha abierto el debate sobre la sostenibilidad de nuestras cuentas públicas, con las peores cifras de la Unión: un déficit de más del 10% del PIB y una deuda pública que ya supera el 120%.

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Datos de contratación en el Anuario del Mercado de Trabajo 2021

La crisis sanitaria ha reducido sensiblemente la contratación temporal y la contratación a tiempo parcial, tradicionalmente asimiladas a la precariedad, en un análisis tan sesgado como ajeno a la realidad de sectores, sociedad y entono internacional.

Así, España tiene un uso mucho menor de la modalidad del tiempo parcial en la contratación a la mayoría de los países de la UE, y una estructura de la contratación temporal vinculada a las necesidades de los sectores de actividad, similar a nuestro entono, aunque alcanza casi el 40% en algunos segmentos de la población más joven.

Pero la lucha contra la temporalidad indeseada debe pasar por controles ad hoc sobre sectores y empresas concretas desde la Inspección de Trabajo, ya que según esta misma hay un 80% de temporalidad ajustada a Derecho. Tampoco hay que olvidar que la penetración de las ETT en España sigue muy por debajo de la de aquellos países que tienen menores tasas de temporalidad, con lo que se está infrautilizando un modelo de sobrada solvencia en la reducción de la temporalidad y la inserción de las personas desempleadas, particularmente de los colectivos más desfavorecidos.

Otra de las variables que está íntimamente unida a los sectores de actividad es el salario. SI bien en España se ha producido nuevamente una subida del del salario mínimo interprofesional (SMI), el salario medio sigue por debajo de los países de nuestro entorno (posición 13ª de 28 países). Esta afirmación debe matizarse y entenderse en el contexto de que España también ocupa similar posición rezagada en la referida clasificación en función del PIB per cápita (posición 15ª) y de niveles de productividad (posición 16ª). Detrás del debate de salarios y sectores de actividad con mayores niveles de retribución, no podemos olvidar la variable género, en un año en el que se ha avanzado en la regulación sobre registro y auditorías salariales para alcanzar uno de los indicadores más sensibles para la consecución de la igualdad efectiva.

Relaciones colectivas

El Anuario del Mercado de Trabajo refleja que la pandemia también parece haber afectado a la negociación colectiva. El número de Convenios cae, seguramente por el parón en las negociaciones por los confinamientos, en un momento en que es más crucial que nunca el diálogo social bipartito y una negociación colectiva dinámica y adaptada a los nuevos tiempos, que ayude a la flexibilidad, a la competitividad de las empleadoras, a la capacidad de adaptación cada vez más exigente, y a la vital importancia de la recualificación y la mejora de las condiciones de salud y trabajo.

En este sentido, España está en el top 10 de los países de la Unión en función de la cobertura de la población trabajadora por Convenios, con mayor cobertura que países como Alemania, Reino Unido o Portugal.

Igualmente, debemos destacar la importancia de los convenios colectivos de empresa, que suman 8 de cada 10 convenios. No obstante, la estructura de la negociación colectiva también debe ser sensible a la necesidad de incrementar el tamaño de las empresas, junto con la realidad de las pymes, así como a unas relaciones laborales que se adecuen al necesario tratamiento no generalista de nuevas demandas como la salud laboral, la diversidad, o los retos de los derechos digitales y la flexibilidad, como el teletrabajo o la desconexión. Y en este terreno, tanto los convenios de empresa como los de sector tienen un enorme recorrido.

También ha caído la conflictividad laboral, tanto en número de huelgas como en el volumen de personas afectadas por las mismas. No obstante, aún puede que sea pronto y veremos, bien entrado el 2021, la evolución de estas variables en función del desenlace de los ERTE y de cuál sea el colectivo de personas trabajadoras que finalmente se vean afectadas por potenciales extinciones contractuales por la crisis.

Seguridad y salud

Como último bloque de análisis en este nuevo Anuario del Mercado de Trabajo, el año 2020 ha traído la mayor crisis sanitaria de los últimos cien años, y la salida de la pandemia no cabe duda de que nos forzará a “resetear” la concepción de la salud, tanto en su vertiente laboral como extralaboral, siendo más necesario que nunca la colaboración público-privada para construir lugares de trabajo y un modelo de salud pública que den respuesta a los retos de bienestar, envejecimiento, y patologías emergentes venideros.

Tanto el número de accidentes de trabajo como los índices de incidencia se han reducido sensiblemente en todos los sectores, y especialmente en aquellos más afectados por los confinamientos, pero la severidad del Covid-19 nos ha traído también la crudeza de una mayor mortalidad laboral. Algo parecido ha ocurrido con las enfermedades profesionales, que nuevamente caen como en 2019, aunque con comportamiento desigual en la declaración de partes por cada territorio de Comunidad Autónoma.

Accede a toda la información descargándote el Anuario del Mercado de Trabajo 2021 a través de este enlace.