Uno de los legados más importantes que dejó la pandemia es el aumento del trabajo remoto. Está tan extendido que, a partir de 2023, el 12,7% de los empleados a tiempo completo trabajarán virtualmente, mientras que el 28,2% seguirá un modelo híbrido, según WFH Research. Upwork, la plataforma de trabajadores independientes predice que para 2025, se estima que 32,6 millones de estadounidenses trabajarán virtualmente. Una situación similar se da en Europa. Si bien el trabajo remoto tiene muchas ventajas, como el equilibrio entre la vida personal y laboral y la flexibilidad, también tiene desventajas. Uno de ellos es el sesgo de proximidad.
El sesgo de proximidad se refiere a cómo las personas en posiciones de poder favorecen a los empleados que están físicamente más cerca de ellos. Como ocurre con cualquier sesgo cognitivo, el sesgo de proximidad puede ser involuntario. Aun así, algunos gerentes podrían considerar que los trabajadores remotos están menos comprometidos que sus colegas que viajan a la oficina. De hecho, una encuesta de SHRM reveló que más de dos tercios de los gerentes de trabajadores remotos admiten considerar a estos empleados más fácilmente reemplazables que los trabajadores de oficina. Además, el 42% de los directivos confiesa que en ocasiones se olvida de los trabajadores remotos a la hora de asignar tareas.
¿A menudo se pasan por alto nuestras contribuciones superiores porque trabajamos virtualmente? Repasemos algunas acciones que se pueden tomar para abordar frontalmente el sesgo de proximidad.
”Gestionar hasta”
Dominar el arte de gestionar es fundamental para el éxito profesional. Cuando se hace de manera efectiva, la gestión implica comprender qué necesita nuestro supervisor y cómo podemos ayudar. Empecemos por tener curiosidad y anticiparnos a las necesidades de nuestro jefe. Si no tenemos claras cuáles son sus expectativas, preguntemos.
También es una buena idea practicar la empatía. Reconozcamos los sentimientos y validémoslos. Para desarrollar una buena relación con nuestro gerente, este debe confiar en nosotros. Por lo tanto, debemos comunicarnos pronto y con frecuencia. Programemos una reunión semanal para compartir actualizaciones del proyecto y realizar una lluvia de ideas sobre nuestros objetivos profesionales. Escuchemos sus sugerencias y creemos juntos un plan de desarrollo. Al pedir orientación, convertiremos a nuestro jefe en uno de nuestros mayores defensores aun realizando trabajo remoto.
Crear y mantener relaciones
Para superar el sesgo de proximidad, intentemos mantener conexión con nuestro equipo mientras trabajamos de forma remota. Seamos intencionales en nuestra forma de comunicarnos con los trabajadores remotos.
Por ejemplo, programemos pausas para el café virtual. Hagamos saber a las personas que estaremos en línea a una hora determinada e invitémoslas a unirse. Incluso se puede utilizar funciones para grupos pequeños, como salas de descanso, para fomentar la conversación. No dudemos en programar una videollamada si tenemos una solicitud y consideremos que el mensaje de texto o el correo electrónico es demasiado impersonal.
En un estudio, las solicitudes de vídeo y audio fueron un 86% más efectivas que las solicitudes de correo electrónico.
Por último, no olvidemos conectarnos con personas de todos los departamentos o ubicaciones. Una forma de hacerlo es encontrar un mentor. Si no se puede identificar a alguien internamente, busquemos asistiendo a eventos online, conectando con personas que conocemos y utilizando las redes sociales.
Mejorar nuestra visibilidad
Cuando las personas saben quiénes somos y qué hacemos, es más probable que nos consideren para aumentos y ascensos. Una forma sencilla de maximizar nuestra exposición es hablar en las reuniones. Además, solicitemos la ayuda de nuestro gerente.
En nuestra próxima reunión individual, hagamos saber a nuestro jefe que deseamos agregar valor al equipo encontrando oportunidades para aumentar nuestra visibilidad. Solicitemos proyectos de alto perfil que puedan tener un impacto significativo en los resultados de la empresa. Participar en estas asignaciones es una excelente manera de exponerse a los tomadores de decisiones en otras partes de la organización.
También nos podemos ofrecer como voluntarios para hablar en una próxima conferencia, reunión de toda la empresa o evento de capacitación. Al realizar presentaciones en un foro público, mejoramos las habilidades para hablar en público y nos establecemos como expertos en la materia dentro de la organización, aunque hagamos trabajo remoto y reduciremos el sesgo de proximidad.
Si no se controla, el sesgo de proximidad puede hacer que los trabajadores remotos pierdan valiosas oportunidades profesionales. Si creemos que nos han ignorado injustamente para un ascenso, consultemos con nuestro gerente.
En definitiva, el mejor antídoto contra el sesgo de proximidad cuando realizamos trabajo remoto es gestionar, establecer relaciones profesionales sólidas y aumentar nuestra visibilidad. De esa manera, seremos más importantes cuando llegue el momento de elegir a la siguiente persona para ascender en la organización.