Según una investigación de HEC París, el 83% de las decisiones empresariales se basan en una evaluación muy optimista de las actitudes de los propios líderes, que es el resultado de sus propias creencias y de una sobreestimación de cuál será el resultado más probable.
Las personas tienden a confiar demasiado en sus capacidades para manejar situaciones desconocidas, lo que tiene implicaciones para las empresas que navegan en un entorno incierto. Por ejemplo, imaginemos a un director ejecutivo que está considerando adquirir otra empresa y se enfrenta a la ambigüedad y la incertidumbre: el exceso de confianza puede llevar al responsable del liderazgo a tomar una decisión equivocada.
Uno de los autores del estudio, el Dr. Mohammed Abdellaoui, dice: “Se puede pensar en el exceso de confianza como una sobreestimación; es decir, esto ocurre cuando un individuo sobreestima sus propias capacidades en relación con un punto de referencia. Es necesario tener un punto de referencia para tener exceso de confianza”.
Otro tipo de exceso de confianza en el lugar de trabajo es la sobreubicación. Aquí es donde uno se considera mejor que los demás en términos de rendimiento y otras cualidades.
¿Algunas personas son más propensas a tener exceso de confianza que otras?
Es probable que haya una combinación de ego y optimismo que lleve a algunos líderes a tener más confianza que otros, aunque la opinión experta dice que actualmente no existe un punto de referencia para la actitud. Sin embargo, da los siguientes parámetros. “Cuando se trata de apostar por uno mismo, la gente tiende a ser más optimista. Descubrimos que la gente prefiere apostar por sí mismo que por lo desconocido”. Esto tiene sentido ya que las personas encuentran consuelo en lo familiar.
Pero hay otro factor en juego. La disposición a apostar en algún evento incierto depende de mi creencia sobre el evento y de mi actitud ante el tipo de incertidumbre que es. Si resulta que alguien está apostando por su propio desempeño, especialmente si es uno de los líderes en una gran empresa, entonces serán más optimistas.
¿Cuáles son los peligros del exceso de confianza?
El exceso de confianza es un sesgo respecto de la incertidumbre. En una situación incierta en la que se debe considerar cuidadosamente toda la información, el liderazgo demasiado confiado puede ser demasiado conservador; es más probable que se ciña a una creencia anterior en lugar de considerar nueva información. En esta situación, se está seleccionando la información que es consistente con sus creencias fundamentales previas.
Los líderes tomadores de decisiones en las organizaciones deberían comportarse como científicos cuando se trata de incertidumbre. Sin embargo, a menudo no lo hacen. Es decir, no deberían preferir una información a otra, ya que hacerlo puede conducir a malas decisiones. Pero es mucho más fácil decirlo que hacerlo. “No es natural manejar la incertidumbre”, según los investigadores. Entonces, el exceso de confianza puede ser una especie de atajo mental.
La segunda consecuencia de los líderes demasiado confiados es que puede llevarlos a asumir riesgos innecesarios. Esto puede conducir al fracaso empresarial, lanzamientos de productos fallidos, adquisiciones de empresas no deseadas etc.
Finalmente, otra consecuencia del exceso de confianza del liderazgo es que reduce la perspectiva y el punto de vista. Después de todo, ¿por qué considerar otras voces si ya se ha decidido un curso de acción? Lamentablemente, esta opinión suele ir en detrimento de las nuevas ideas y la innovación.
Tener una mente abierta puede combatir el exceso de confianza
Los líderes deben tener en cuenta que apegarse a sus creencias podría hacerles enfrentar riesgos innecesarios que conduzcan a resultados negativos. Por ejemplo, consideremos un escenario en el que nuevos altos ejecutivos o una junta directiva ingresan a una empresa. Mantener obstinadamente sus creencias sobre tácticas de gestión y métricas que pueden haberles funcionado antes puede llevarlos a pasar por alto los indicadores reales de lo que hace que un negocio sea especial y, por lo tanto, llevarlos a tomar decisiones que destruyen la propuesta de venta única de una empresa.
“Es importante tener la mente abierta para aprender y tener en cuenta datos objetivos del exterior”, aconseja Abdellaoui.
Encontrar el nivel adecuado de confianza
Siendo sinceros, no hay manera de encontrar el nivel adecuado de confianza. Pero se sugiere darle la vuelta a la cuestión y en su lugar preguntar: ¿qué se puede hacer para protegerse contra el exceso de confianza… sin sofocarlo? Después de todo, un poco de exceso de confianza no es necesariamente algo malo en el contexto adecuado: uno necesita una buena dosis de exceso de confianza para ser pionero o emprender por su cuenta un negocio.
El paso clave es saber que es probable que un cierto exceso de confianza sea parte de la ecuación para poder gestionarlo de forma proactiva. La confianza en la cantidad adecuada y en el momento adecuado es una ventaja para los líderes y nos ayuda a salir del reino del síndrome del impostor. Pero para moderar el instinto y convertirlo en un exceso de confianza, los entendidos tienen este consejo para los líderes: distingue primero lo que proviene de tus creencias y lo que proviene de tus actitudes. Esto te da una idea si estás más confiado de lo que deberías.