Los equipos híbridos comienzan a ser comunes una vez superada la pandemia. Este es uno de los aspectos de la nueva normalidad al que hacer frente en el lugar de trabajo. Liderar un equipo que está en dos lugares a la vez no se reduce a encender la cámara del pc y ponerse a trabajar. Los equipos híbridos vienen con su propio conjunto único de desafíos de gestión, desde cómo mantener a todos al día y en la misma página hasta navegar por las diferencias culturales.
5 estrategias para la gestión de equipos híbridos
Como responsable de un equipo laboral que opera tanto dentro como fuera de la oficina, es aconsejable tener en mente las siguientes estrategias a la hora de planificar el trabajo.
1. Proporcionar formación
A la hora de crear un equipo híbrido de trabajo, es probable que los empleados no sepan cómo llevar a cabo sus tareas de forma óptima. Se trata de una nueva forma de trabajo para todos. Por ello, hay que brindar a los empleados la oportunidad de pensar en estar en un equipo híbrido con las herramientas adecuadas para trabajar de esa manera. La capacitación de los empleados es la forma de garantizar que todos los miembros estén en el mismo punto y entiendan cómo debe funcionar el trabajo híbrido. Hay que explicar cómo funcionarán los equipos híbridos, cuál será el horario y los objetivos de rotar empleados de esta manera. Y si se va a aprovechar alguna nueva tecnología, hay que asegurarse que la formación en ella también se incluya en el programa de capacitación.
2. Generar confianza
Hay que crear y mantener una base sólida de confianza con los empleados, independientemente de si trabajan en la oficina o en remoto. Como responsable, deseas que los miembros del equipo se dirijan a ti para la resolución de dudas o conflictos, independientemente de donde estén trabajando. Asegúrate de establecer expectativas claras y cumplir tus promesas para que tus colegas comprueben que lideras de manera auténtica. Comunícate con frecuencia con el equipo y a nivel individual, ya sea en persona o por vídeo, y mantener sólidas las relaciones y la cultura del equipo.
3. Cuidado con conceptos como “nuestra” cultura o “su” cultura
Uno de los mayores problemas con los equipos híbridos es que tienden a cultivar dos culturas de equipo y dos experiencias de empleados diferentes al mismo tiempo. Eso puede conducir a la mala voluntad en un equipo. Los trabajadores presenciales, por ejemplo, pueden pensar que están trabajando más duro, mientras que los miembros remotos del equipo pueden creer que están dedicando más horas.
Sin trabajar directamente juntos, no hay forma de disipar rápidamente creencias como esta que pueden volverse insidiosas en un equipo híbrido. Si los empleados no confían o no se respetan entre sí, no van a trabajar juntos de manera efectiva. Hay que dejar claro que no son dos equipos pequeños sino uno grande que necesita estar unido. Ante la más mínima sospecha de que se genera una cultura dividida, como responsable has de reunir al equipo de inmediato y abordar el tema. Cuanto antes se aborde este problema cultural, mejor estará el equipo híbrido.
4. Elaborar un plan de comunicación por escrito
Cuando los trabajadores entran y salen de un espacio de trabajo, puede ser complicado asegurarse de que todos se mantengan actualizados como deberían. Siéntate con tus trabajadores y establece algunas reglas sobre cómo van a ser las comunicaciones dentro del equipo híbrido. Es más, es recomendable dejarlo por escrito y facilitar una copia a los miembros implicados. Considera el horario en el que se pueden enviar correos electrónicos, qué canales se utilizarán y si los empleados remotos tendrán procesos diferentes a los empleados que trabajan de manera presencial. El objetivo es evitar que alguien quede descolgado o piense que una parte del equipo híbrido obtiene una mejor perspectiva que el otro.
5. Utilizar el aprendizaje para formar equipos
El hecho de que un equipo híbrido se divida en dos partes no significa que se pueda dejar de lado el concepto de creación de equipos. De hecho, nunca había sido más importante estar al tanto de la dinámica del equipo. Se recomienda crear oportunidades para que el equipo aprenda unido. Las evaluaciones pueden ser útiles en un entorno como este para mejorar tanto la autoconciencia como la conciencia de los demás en un equipo. Hay que ayudar a los miembros implicados para que sepan más sobre las diferencias individuales de cada uno y cómo afecta en la comunicación.
Fortalezas de los equipos híbridos
Tras el impacto del trabajo remoto durante la pandemia, volver a un entorno de equipo híbrido puede parecer un poco extraño. Como directivo, no te limites a reabrir las puertas de la oficina y esperar que todo vuelva a ser como antes. La gestión de un equipo híbrido requiere líderes que deseen activamente construir una cultura de equipo compartida e invertir sus esfuerzos en ambos tipos de empleados: presenciales y remotos. Lo último que se desea es crear un ambiente de trabajo que solo beneficie a una parte del personal.
En su lugar, se recomienda el uso de videollamadas, happy hours virtuales, reuniones regulares entre equipo, establecimiento de expectativas claras y comunicación con todos los empleados por igual para brindar todo el apoyo para que el equipo híbrido alcance el éxito. Al tomar alguna decisión, debes pensar en el equipo completo y no solo una parte de este. El equipo híbrido es una unidad cohesiva que, simplemente, trabaja en diferentes lugares.