Nuestro jefe nos felicita por un trabajo bien hecho, un amigo nos felicita o logramos un objetivo a largo plazo. En cualquiera de estas situaciones, probablemente nos sintamos en la cima del mundo: confiados, contentos y seguros. Pero, en otro momento, cuando tengamos un día difícil en la oficina, podríamos vernos a nosotros mismos desde una perspectiva negativa. Podríamos cuestionar nuestras habilidades e incluso nuestro valor. En momentos como este, es natural preguntarse cómo superar la inseguridad en el trabajo.
Estos altibajos de confianza en uno mismo son normales. Nadie puede estar “encendido” todo el tiempo, y cuando tienes un día “libre”, es difícil evitar verse nublado por la inseguridad. Pero tampoco es imposible.
Podemos aprender y apreciar nuestros puntos fuertes independientemente de si la vida o los demás nos afirman con comentarios positivos. Todo lo que necesitamos es práctica, paciencia y un poco más de amor propio para superar las inseguridades en el lugar de trabajo.
¿Qué son las inseguridades?
Las inseguridades son las causas detrás de los sentimientos de insuficiencia o incertidumbre sobre uno mismo. Podemos experimentar inseguridad con respecto a cualquier aspecto de nuestra vida, ya sea la apariencia física, las relaciones, la estabilidad financiera o las habilidades profesionales.
Los problemas de autoestima impulsan sentimientos de inseguridad. Cuando tenemos un momento de baja autoestima, podemos volvernos hipercríticos con nosotros mismos. Aunque seamos talentoso y muy queridos, nuestro diálogo interno negativo nos dice lo contrario.
La inseguridad puede convertirse en un círculo vicioso. Si nos sentimos mal por nuestra apariencia o dudamos de nuestro valor, es posible que evitemos situaciones o experiencias sociales que pondrían a prueba nuestras habilidades. Y al hacerlo, nos autosaboteamos al limitar nuestro potencial de éxito y conexión.
3 tipos de inseguridades
Si bien las inseguridades de cada persona son únicas y están relacionadas con problemas de autoestima individual, la mayoría se clasifica en una de tres categorías: personal, profesional o relacional. Aquí hay más información sobre cada tipo y cómo se manifiestan:
1. Inseguridades personales
Las inseguridades personales describen las formas negativas en que nos vemos y tal vez creamos que los demás también lo hacen. Es posible que no nos guste nuestra apariencia o nuestro estilo de vida, cuestionemos nuestra identidad o nos comparemos constantemente con los demás. Las inseguridades personales también pueden aumentar nuestra autoconciencia y empujarnos a pensar que las personas que nos rodean son más inteligentes, financieramente estables o exitosas que nosotros. Ese no es siempre el caso, podría ser simplemente que nuestras dudas se hacen más fuertes.
2. Inseguridades profesionales
La inseguridad en el trabajo refleja nuestros temores sobre la incapacidad de desempeñarnos profesionalmente. Los signos de inseguridad pueden ser desaprovechar oportunidades de avanzar en la oficina porque no creemos en nuestras habilidades o autosabotearnos posponiendo las cosas. En lugar de tomar una clase de oratoria para controlar nuestros nervios el día de la presentación, por ejemplo, podemos evitar por completo presentarnos frente a grupos.
3. Inseguridades en las relaciones
Las personas suelen caer en ciertos estilos de apego a las relaciones. Las personas con apego seguro entablan relaciones con buenas intenciones, excelente inteligencia emocional y voluntad de comunicarse. Creen que su pareja tiene en mente sus mejores intereses y los amará y apoyará.
Pero los apegadores inseguros, también conocidos como apegadores ansiosos, temen el abandono, incluso cuando su pareja está constantemente presente y evitable emocionalmente. Es posible que las parejas inseguras no se crean dignas de amor y busquen constantemente afirmación. A su vez, pueden volverse celosos irracionales o intentar controlar a la otra persona para evitar perderla.
¿Cuáles son las consecuencias de las inseguridades?
Todos experimentamos inseguridad, especialmente ante nuevos desafíos. Es normal sentir una oleada de dudas al empezar un nuevo trabajo o entablar una relación. Pero la inseguridad puede tener consecuencias más importantes cuando la duda no se transforma en confianza o consuelo y los pensamientos negativos persisten.
Cuando nos sentimos constantemente inseguros, podemos convertir el diálogo interno negativo en realidad. Hacer esto puede impedirnos ver nuestras cualidades físicas e intelectuales con precisión.
También podría impedirnos alcanzar nuestros objetivos. Imaginemos a alguien que se dice repetidamente a sí mismo que no es un líder fuerte. Esa persona puede dudar en aprovechar oportunidades para guiar a sus colegas, cuestionar sus habilidades para hablar en público y percibirse a sí misma como menos capaz que sus pares. Estos comportamientos podrían costarles un ascenso o una sensación de orgullo por su trabajo.
Las inseguridades tienen el potencial de dañar tanto nuestra autopercepción como nuestras relaciones. En interacciones saludables, las personas se responsabilizan de sus errores, hablan de ellos con alguien cercano y utilizan estas conversaciones para mejorar su inteligencia emocional. Pero actuar constantemente de manera insegura, especialmente en relaciones cercanas como las que se producen por la inseguridad en el trabajo, puede distorsionar la dinámica. En algunos casos, las otras persona pueden sentir constantemente la necesidad de afirmarse en lugar de ser una versión honesta y auténtica de sí misma.
¿Qué causa la inseguridad?
La baja autoestima genera inseguridad. Nos sentimos inadecuados e incapaces cuando sufrimos de una autopercepción negativa y de falta de confianza. Pero ¿cómo se desploma la confianza en primer lugar?
Las fuerzas externas generalmente desencadenan problemas de autoestima en las personas. Estar sujeto a cualquiera de las siguientes situaciones puede causar daño a la confianza a largo plazo:
Duras críticas de un jefe o maestro
Recibir bajas calificaciones en cursos de capacitación
Relaciones con compañeros y socios manipuladores o hirientes
No cumplir las metas que nos propusimos y sentir que fallamos
Circunstancias médicas que nos impiden vivir como queremos
Comparar nuestra situación económica y estilo de vida con los de los demás
Contratiempos, como no conseguir el trabajo que deseábamos
Consejos para superar las inseguridades
Si sufrimos de baja autoestima y nos preocupa que esto fomente inseguridades, hay esperanza. Podemos replantear los incidentes que estimularon esta imagen pesimista de nosotros mismos y volver a aprender a vernos desde una perspectiva amable.
A continuación, presentamos algunos consejos que nos ayudarán a mitigar y superar la inseguridad.
1. Enfrentar nuestros sentimientos
En lugar de aferrarnos a sentimientos negativos sobre nosotros mismos o permitir que una experiencia, como la crítica de un gerente, dañe nuestra confianza, analicemos lo que pasa por nuestra cabeza. Un excelente lugar para hacer esto es la terapia.
Un profesional de salud mental calificado, puede guiar la conversación y ayudarnos a separar las percepciones de la realidad. Si no podemos acceder a un profesional de salud mental, intentemos llevar un diario interrogando nuestros pensamientos en sus páginas. Esta actividad puede aportar claridad y liberar el estrés de la vida diaria.
2. Establecer objetivos alcanzables
Cuando establecemos metas realistas, nos permitimos crecer y sentirnos empoderados. Pero si aspiramos a cosas extravagantes, nos sentiremos frustrados cuando no las alcancemos y aparecerán las inseguridades en el lugar de trabajo.
Utilicemos el modelo Metas SMARTS para fijar nuestra mirada en objetivos específicos, medibles, alcanzables, realistas y con plazos determinados. Luego, creemos un plan de acción para alcanzar esos hitos, trabajando para lograrlos con estructura e intención.
3. Prepararse para los contratiempos
Los contratiempos son parte de la vida. Una amistad amorosa puede transformarse en una relación tóxica. Una pequeña reparación puede provocar un revés económico. E incluso si somos un candidato muy calificado, es posible que no consigamos el trabajo de nuestros sueños.
Estas situaciones le suceden a todo el mundo, pero no es necesario permitir que generen autopercepciones negativas. Por ejemplo, en lugar de sentirnos inseguros acerca de nuestra capacidad para buscar empleo, podemos recordar que hicimos un esfuerzo excelente en el proceso de la entrevista y que tenemos habilidades poderosas que nos ayudarán a conseguir otro gran papel y mitigar nuestra inseguridad en el trabajo.
4. Abrazarnos tal como somos
Nadie es bueno en todo. Todo el mundo tiene fortalezas y debilidades, y eso no los hace menos dignos de amor y respeto.
Escribamos afirmaciones que destaquen nuestros talentos y reconozcamos áreas de oportunidad, como la necesidad de pulir nuestras habilidades para hablar en público.
Recordemos también que no es necesario sobresalir siempre. Si las matemáticas no son algo natural y no sentimos pasión por aprenderlas, no es necesario que nos presionemos para desarrollar esta habilidad.
5. Desafiar nuestros pensamientos negativos
Los pensamientos negativos muchas veces no se alinean con la realidad. Quizás tengamos la idea errónea de que no le agradamos a un colega, o un comentario hiriente que un superior hizo hace años sigue resonando en nuestra cabeza. Estos escenarios no reflejan nuestro valor y es posible que nuestra mente los haya exagerado. En su lugar, intentemos hablar con nosotros mismos como un tercero, como un amigo, y pongamos los pensamientos negativos en perspectiva.
6. Rodearse de gente que nos aliente
Algunos amigos, colegas y familiares ven nuestro talento y disfrutan animándonos. Mantengamos a estas personas cerca. Cuando estamos luchando contra las inseguridades, estas pueden actuar como cajas de resonancia y motivadores para recordarnos lo maravillosos que somos.
7. Probar cosas nuevas
Tomar una clase, aprender una nueva habilidad o viajar. Ampliar nuestros conocimientos y ver que podemos llegar a ser un experto en algunas materias reafirma nuestra capacidad de crecimiento. Además, podremos conectar con otras personas en el proceso y observar cómo personas con ideas afines asumen y superan los mismos desafíos que nosotros.
8. Dejar ir a personas y situaciones que alimentan las inseguridades
Quizás trabajemos en un entorno tóxico o notemos señales de alerta en un amigo o compañero de trabajo. Podría ser el momento de dar un paso atrás y proteger nuestra salud mental. Un terapeuta puede analizar nuestras inquietudes y ayudarnos a determinar qué partes de nuestra vida personal y profesional nos resultan útiles y dónde debemos establecer límites para evitar las inseguridades en el lugar de trabajo.
Pero recordemos: cada uno trabaja a su propio ritmo y se encuentra en un camino único hacia el éxito. Celebremos nuestras victorias sin medir si son más grandes o más pequeñas que las de nuestros colegas. Esto nos ayudará a superar las inseguridades en el lugar de trabajo.