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La estrategia de gamificación no es algo exclusivo de las aplicaciones móviles y los juegos. Se puede usar en empresas para mejorar el compromiso de los empleados, los esfuerzos de marketing y mucho más.
A los seres humanos les encantan los juegos, desde los niños pequeños hasta los adultos, la perspectiva de recibir una recompensa por una acción es algo que nos atrae instintivamente a todos.
En el mundo de los productos de consumo, especialmente con aplicaciones y juegos, la gamificación es una herramienta fundamental para mantener a los usuarios interesados y seguir utilizando el producto.
Las técnicas de gamificación también tienen aplicaciones para herramientas y procesos comerciales y se pueden utilizar en un entorno profesional con el mismo efecto: hacer que la gente se interese más y mejorar la participación de los usuarios.
La gamificación es el proceso de incentivar la participación y las actividades de las personas para generar resultados con mecánicas similares a las de un juego. En los negocios, la gamificación se puede utilizar para motivar a los empleados a completar actividades que impulsan las ventas, los clientes potenciales y más reuniones con candidatos calificados.
Una estrategia de gamificación es el proceso de tomar algo que ya existe, como una aplicación de software o una comunidad en línea, y usar técnicas de juego para motivar la participación constante y el compromiso a largo plazo.
La gamificación en el lugar de trabajo no es un juego real, sino que se centra en la mecánica de cómo funcionan los juegos. Esto ayuda a crear una forma sencilla para que los empleados vean su propio progreso y desarrollen un compromiso continuo dentro de la empresa.
Como suele decirse, la base del éxito es el compromiso: con qué frecuencia y cuánto utilizan los usuarios nuestro producto. Un alto compromiso significa éxito para la empresa y el cliente.
Dicho esto, existen escollos e ir demasiado lejos con las estrategias de gamificación puede generar resultados negativos e impactar los objetivos comerciales. Veamos qué funciona con la gamificación en el lugar de trabajo y qué no.
Independientemente de a quién o qué intentes gamificar, es muy importante que consideres a largo plazo. Es muy fácil irritar a la gente, y en cualquier grupo de personas, habrá quienes disfruten de la competencia y quienes no.
Una de las principales cosas que se deben evitar cuando se trata de la gamificación en el lugar de trabajo es profundizar demasiado pronto. Asegúrate de que todo lo que hagas sea apropiado para la audiencia y que no sea un programa único.
Pensar que las personas solo participarán en la estrategia de gamificación si las recompensas son grandes y llamativas es un error. Los mejores programas de gamificación corporativa tratan sobre la competencia en sí. El problema de las grandes recompensas es doble:
Cuando se ayuda a las empresas a ludificar sus programas de defensa de los empleados, se está defendiendo que compartan el marco de puntuación con todos sus usuarios. Esto ayuda a todos a entender cómo funciona el juego, cuál es el objetivo y cómo tener éxito.
Por supuesto, la gamificación en el entorno corporativo siempre debe tener un objetivo mayor (por ejemplo, generar nuevos clientes potenciales, oportunidades, aumentar el alcance de la marca, etc.) y tener las reglas del juego abiertas ayuda a todos a participar, independientemente de quién termine ganando.
¡Todos somos ganadores! El desempeño debe medirse al menos en parte en función de la participación. Si el 90% de los participantes en la estrategia de gamificación de la empresa están completamente comprometidos con el programa (sea el que sea), es una gran victoria, independientemente de si el otro 10% está impulsando la mayoría de los resultados. La gamificación en los negocios se trata de jugar en equipo.
Sí, se debe recompensar al mejor intérprete, pero también hay que hacerlo con el resto de los participantes. De lo contrario, es probable que disminuya significativamente el número de empleados implicados en la estrategia de gamificación.
Volviendo al tema de las recompensas, hay una diferencia bastante clara entre las que funcionan y las que no. Los premios y otras recompensas materiales que no están realmente relacionadas con el negocio (por ejemplo, un certificado de regalo, un iPod, etc.) no son tan efectivos. Al fin y al cabo, estás organizando una competencia para profesionales dentro de un entorno corporativo.
Las mejores recompensas de gamificación son las que están relacionadas con el reconocimiento y el avance profesional: una recomendación de Linkedin de un vicepresidente, una mención en una reunión a gran escala, una invitación a redactar un artículo par el blog de la empresa, etc.
Hay que tener en cuenta que estas recompensas también son mínimas y carecen de coste, pero realmente conectan la gamificación con el negocio en su conjunto, lo cual es muy importante.
Si no se lleva a cabo un seguimiento de la estrategia de gamificación el proceso no sirve de nada. El seguimiento es importante por varias razones, a saber:
Con suerte, estos puntos y aprendizajes pueden ayudarte a pensar en cómo organizar y ejecutar mejor tu propia estrategia de gamificación en la empresa. Las cosas son más divertidas cuando hay algo de competencia. Sin embargo, es importante tener cuidado y ser mesurado en el enfoque.
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