Políticas inclusivas y decisiones medioambientales en el tejido empresarial

5 minutos 12 diciembre, 2024

Actualmente existe una tendencia creciente a implementar políticas inclusivas dentro del gobierno corporativo de las compañías. La visión generalizada sobre los atributos específicos que deberían poseer los hombres y mujeres por su pertenencia a ese grupo social indica que mientras que los hombres se han centrado principalmente en la búsqueda del logro personal y el poder, las mujeres han mostrado una preocupación mayor por temas sociales y el bienestar de los demás. Por lo tanto, resulta crucial en nuestra sociedad analizar cómo estos estereotipos de género en los puestos de alta responsabilidad en una organización afectan a las decisiones empresariales para proteger el planeta, ayudando así a ilustrar las diferencias en torno al desempeño ambiental del tejido productivo y los mecanismos subyacentes a dichas diferencias.

Diversidad de Género y Preservación del Medio Ambiente en la Gestión Empresarial

Debido a los tradicionales estereotipos masculinos de estatus, poder o ambición en contraposición a los rasgos típicamente femeninos de compasión, simpatía o calidez, las mujeres pueden sentirse en desventaja en ámbitos profesionales compuestos mayoritariamente por hombres como el Consejo de Administración o el equipo de alta dirección, bajo la creencia de que los hombres líderes son más competentes que las mujeres. Sin embargo, en aquellas empresas en las que los estereotipos de género son menos pronunciados y la representación femenina en puesto de liderazgo es más elevada, las mujeres líderes pueden ganar credibilidad ante accionistas con objetivos diversos y otros grupos de interés cuando éstas apuestan por medidas encaminadas a minimizar el uso de agua o energía, reducir el número de emisiones nocivas (emisiones de gases de efecto invernadero) o invertir en procesos y diseños de productos sostenibles, ya que las acciones que dañan el planeta generan una imagen peyorativa de la corporación en la sociedad.

Dado que en ocasiones las mujeres líderes están sometidas a percepciones negativas basadas en estereotipos de género, es más probable que éstas tengan una mayor conciencia medioambiental con el fin de demostrar su profesionalidad en el puesto ocupado, apostando por prácticas ecológicas que favorecen la reputación y la legitimidad de la compañía y, por ende, pueden suponer un mejor posicionamiento de la misma en el mercado. Las mujeres líderes pueden adoptar iniciativas medioambientales (por ejemplo, ahorro de energía y combustible, reducción de las emisiones de carbono, reciclaje, desarrollo de productos ecológicos, reducción del consumo de agua y del uso de recursos naturales, etcétera) porque se sienten comprometidas con las políticas de responsabilidad social corporativa dentro del seno de la organización en línea con prioridades que van más allá de los puros indicadores financieros.

Asimismo, las mujeres pueden encontrar más trabas no sólo para acceder a los puestos de liderazgo sino también para permanecer en ellos. Ante esta situación que puede desencadenar que las mujeres con cargos de responsabilidad empresarial se sientan en ocasiones marginadas, éstas tienden a fomentar una perspectiva centrada en el largo plazo en órganos de gobierno tales como el Consejo de Administración. Así pues, ya que uno de los deseos de las empresas suele ser transmitir su legado a las generaciones futuras, dicho motivo dinástico puede promover un horizonte temporal más largo en las inversiones acometidas, de modo que las mujeres líderes estarán mejor posicionadas para comprometerse con los valores que resaltan el cuidado del planeta en aras a alcanzar una ventaja competitiva sostenible en el tiempo.

El Efecto País: Mujeres Líderes y Protección Medioambiental en Distintos Contextos Institucionales

Más allá de si existe o no una preferencia por cuestiones medioambientales por parte de las mujeres que participan en los Consejos de Administración o en los equipos directivos de una empresa en función de los estereotipos de género aplicados a ámbitos “dominados” tradicionalmente por los hombres (percepciones de ser menos competentes, capaces y comprometidas en ciertos trabajos), es importante ser conscientes de si los rasgos idiosincráticos de distintos países pueden afectan a la predisposición de las mujeres líderes de llevar a cabo prácticas dirigidas a la protección del medioambiente.

Para comprender con mayor profundidad el papel del liderazgo femenino en las políticas socialmente responsables con el planeta es importante conocer si la ventaja en términos ambientales que pueden disfrutar aquellas empresas que apuestan por entornos de trabajo inclusivos y diversos es mayor en contextos institucionales caracterizados por una elevada protección gubernamental en esta materia.

En primer lugar, las mujeres en puestos de liderazgo tendrán más posibilidades de integrar y poner en práctica sus ideas sobre los retos medioambientales (por ejemplo, la lucha contra el cambio climático y la reducción de la contaminación, entre otros) en entornos institucionales con sólidos mecanismos para abordar la degradación medioambiental, ya que las actuaciones socialmente irresponsables se considerarán más insensibles, proyectando una imagen negativa ante la sociedad. La toma de decisiones favorables para el planeta puede ser así más alentadora para las mujeres líderes de compañías que operan en países con políticas que enfatizan la protección del medioambiente, ya que en estos contextos geográficos será más probable que aumente la preocupación social por acentuar el cuidado del planeta.

En segundo término, cuando las instituciones funcionan correctamente y los gobiernos disponen de un conjunto de normas/leyes y procedimientos para que las organizaciones puedan acometer actuaciones para proteger el medioambiente, las mujeres líderes de las empresas ubicadas en esos países se encontrarán con mecanismos adicionales en favor de las demandas sociales (más allá de si las inversiones en control y prevención de la contaminación son costosas), ya que las cuestiones medioambientales serán una necesidad más crítica en los países con un alto nivel de protección del entorno natural.

Conclusión

En definitiva, al tratar de superar el estereotipo de género y evitar quedar marginadas en su lugar de trabajo, las mujeres líderes pueden emprender acciones para mejorar el comportamiento medioambiental del tejido empresarial, algo que podría traducirse tanto en la credibilidad de su desempeño en órganos como el Consejo de Administración como en el logro de una imagen y reputación positivas de la empresa a nivel externo. Además, el impacto positivo que puede tener la diversidad de género en el Consejo de Administración o el equipo directivo sobre aspectos vinculados con la protección del planeta puede ser más destacado en países con una mayor protección institucional del medioambiente.