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Estamos viviendo tiempos difíciles. Las medidas de cierre total o parcial implementadas en todo el mundo han afectado a unos 2.700 millones de trabajadores, lo que representa el 81% de la fuerza laboral mundial. Se pronostica que la pandemia de la covid-19 provocará la pérdida de 195 millones de empleos en todo el mundo. Solo en Europa, se cree que 58 millones de empleos están en riesgo y, de manera similar a los EE. UU., los más expuestos son trabajadores de las industrias de las artes, el entretenimiento, el alojamiento y la alimentación. Además, a pesar de los esfuerzos de muchos gobiernos para compensar el daño económico, la recuperación global será lenta y silenciosa.
Sin embargo, es el momento de volver al trabajo y de hacerlo de forma segura. Pero ¿cómo?
Para los países, las empresas y los trabajadores de todo el mundo, la interrupción causada por la covid-19 ha presentado un desafío sin igual. Pero a medida que las economías comiencen a reabrirse gradualmente y las empresas reinician sus operaciones, es importante asegurarse de que esto se haga de manera segura.
Adaptarse a una nueva normalidad requerirá distanciamiento físico y otras medidas estrictas. Se deben establecer pautas, procesos y protocolos claros para apoyar tanto a los empleados como a los empleadores. La salud y seguridad de nuestros colegas, clientes y asociados debe ser la principal preocupación. Durante la pandemia se ha apoyado a los trabajadores en activo, de los cuales el 80% ha trabajado de forma remota para facilitar volver al trabajo presencial de forma segura.
Sobre la base de este compromiso y para ayudar a otras organizaciones a prepararse para volver al trabajo en la era post-covid, la industria de servicios de recursos humanos ha formado una alianza encabezada por el Grupo Adecco, Randstad y el Grupo Manpower, instando a otras partes interesadas como empleadores, sindicatos y ONG a unirse. Y, por supuesto, con el objetivo de que los gobiernos apoyen, estimulen y respalden estos esfuerzos.
En conjunto, esta industria tiene como objetivo hacer una contribución vital para prepararse ante la nueva normalidad. Se han extraído lecciones de cinco sectores: transporte y logística, automoción, life science, construcción y alimentación. Además, se han analizado 13 países, incluyendo Francia, Alemania y el Reino Unido. La alianza ha publicado un libro blanco que revisa más de 400 protocolos de salud y seguridad. Este documento pretende ser una guía práctica para las empresas y organizaciones que intentan reabrir sus operaciones comerciales.
Sin embargo, para que esta reapertura sea segura, las empresas deben desarrollar un plan de acción que cubra tres áreas:
Las organizaciones deben clasificar los peligros para la salud que pueden eliminar, mientras que reconocen otros posibles riesgos que pueden controlarse. Por ejemplo, cambiando la forma en que las personas trabajan para garantizar el distanciamiento físico y proporcionando equipos de protección personal al volver al trabajo presencial.
Las empresas deben involucrar a los empleados en los cambios de la planificación del trabajo y utilizar las lecciones aprendidas y las mejores prácticas de otras empresas. Además, es importante comunicarse bien y capacitar a los gerentes y trabajadores sobre cómo aplicar los protocolos de salud y seguridad.
Una vez que se acuerde el plan y un calendario claro, la implementación será más exitosa si realmente es un esfuerzo de equipo en toda la organización. Al igual que con la planificación, el esfuerzo de implementación también debe ser holístico e incluir todos los niveles y departamentos de la empresa.
En cuanto a qué pasos más concretos hay que dar para evitar la propagación de la covid-19 en el lugar de trabajo, las empresas deben tener en cuenta lo siguiente:
Volver al trabajo de forma segura es una tarea complicada pero factible. Lo importante es seguir las indicaciones facilitadas y volver a la “rutina” lo antes posible.
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