La economía azul puede ser un motor para el bienestar y la prosperidad de Europa. Al menos, ese es el mensaje de la Estrategia de Crecimiento Azul adoptada por la Comisión en 2012. Desde entonces, la Comisión ha emprendido una serie de pasos para traducir el mensaje en acciones. Ha lanzado iniciativas en las áreas políticas relacionadas con los océanos, mares y costas de Europa, facilitando la cooperación entre empresas marítimas y autoridades para garantizar la sostenibilidad del medio marino.
El sector marítimo europeo emplea a más de 5 millones de trabajadores y genera casi 500.000 millones de euros al año. Además, tiene un gran potencial para crear muchos más empleos. Hace cinco años, el 99% de todos los trabajos podían clasificarse en cinco grandes áreas: recursos vivos, recursos no vivos, transporte, construcción naval y turismo.
Sin embargo, el análisis económico muestra que el panorama está cambiando. El explosivo crecimiento en la instalación de parques eólicos marinos significa que las energías renovables marinas cada vez tienen más peso. De esta forman, contribuyen a la creación de puestos de trabajo, con más de 150.000 empleaos.
La OCDE prevé que para 2030, muchas industrias basadas en el trabajo líquido tienen el potencial de superar a la economía global en su conjunto, tanto en términos de valor agregado y empleo. Hoy en día, la producción de la economía azul mundial se estima en 1,3 billones de euros, cifra que podría duplicarse en 2030. Desde entonces, la Comisión Europea reitera que Europa no debe perder esta oportunidad.
Los cinco innovadores sectores marítimos y su alto potencial (energía azul, acuicultura, costera y el turismo marítimo, la biotecnología azul y la extracción de fondos marinos) adoptada en 2012 ya han dado resultados.
A pesar de quedar mucho camino por recorrer para aprovechar al máximo la energía de las mareas y las olas, se han acordado barreras regulatorias para abordar la acuicultura, el creciente empleo en el turismo marítimo y los productos del mar.
Además, ya está presente en el mercado laboral la investigación en biotecnología, las tecnologías para el monitoreo ambiental y se ha desarrollado el impacto de la minería en aguas profundas. Pero el avance ha sido mucho menor a la hora de remediar una debilidad clave: la falta de fondos públicos y privados para asumir los riesgos de las tecnologías marítimas más innovadoras. Esta insuficiente inversión hace que trasladar la innovación marítima al mercado siga siendo un gran problema.
El enfoque de Crecimiento Azul tiene como objetivo apoyar las nuevas tecnologías en los sectores marinos, cumplir con la reducción de emisiones de CO2, aumentar la eficiencia de los recursos y reducir la huella ambiental. La economía azul ha sido una importante fuerza impulsora para la innovación en otros sectores, tales como equipos marinos, construcción naval, observación del océano, dragado, protección costera y construcción marina. Sin olvidar el considerable apoyo a los programas de investigación e inversión de la UE para proyectos de Blue Growth.
Comprender, utilizar y proteger los océanos son las metas y responsabilidades compartidas para lograr un desarrollo marino sostenible en el futuro. En la actualidad, la economía azul se está convirtiendo en una importante fuerza impulsora para lograr el desarrollo sostenible global. Las observaciones ambientales juegan un poderoso papel de apoyo técnico en la realización del desarrollo de la economía azul.
Deberíamos asumir responsabilidades globales, como intensificar la gestión ambiental de las profundidades marinas, comprender los efectos acumulativos del ser humano y el clima sobre la diversidad de las criaturas marinas y la salud del sistema ecológico. Además, debemos fortalecer los controles en cuestión de microplásticos, esforzarnos por establecer una comunidad responsable para la y gobernanza de la protección del medio marino.
También habría que compartir los logros obtenidos en estos desarrollos, dejar que los sistemas de observación desempeñen su papel en la verificación de datos, tomar decisiones basadas en ellos y fortalecer la comunicación internacional. Diseñar y producir conjuntamente (Gobierno, Universidad, Empresa y Sociedad), proporciona una plataforma para compartir políticas, mercados y crecimiento.
En la búsqueda de una economía azul global, deberíamos impulsar el establecimiento de asociaciones azules en todo el mundo, explorar nuevos mercados, generar crecimiento, y plataformas de servicios.
No hay planeta B. Aprovechar los recursos que tenemos respetando el Medio Ambiente y generar puestos de trabajo es la clave para que la economía azul prospere.
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