Con la entrada en vigor de la Ley 6/2019 del 1 de marzo cuyo objetivo se relaciona con la igualdad entre mujeres y hombres a nivel de trato y oportunidades, se pone un mayor énfasis en el análisis de la situación empresarial.
El objetivo es detectar de forma más exhaustiva las posibles desigualdades por género vinculadas a oportunidades a nivel de promoción y la representación de hombres y mujeres en los puestos de dirección.
Esta variable es el resultado final una correcta aplicación de las empresas de esta Ley. Si se está aplicando de forma correcta y no existe desigualdad de género en los procesos de atracción, reclutamiento, selección, formación y promoción del empleado, esta desigualdad no se debería producir.
Estudios recientes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ponen de manifiesto que la participación de las mujeres en puestos altos en las empresas españolas ha aumentado progresivamente, llegando a alcanzar en 2019 el porcentaje de 35% a nivel general.
Otra forma de analizar este dato es la confirmación de la disminución del número de empresas que no tienen representación femenina en puestos de dirección. Aunque actualmente un 64% las empresas españolan no cuentan con representación femenina.
Todavía en la actualidad un 64% de las empresas españolas no tienen presencia femenina en los comités de dirección, aunque esta cifra ha disminuido en los últimos años.
La igualdad entre hombres y mujeres está afectando distintas variables. El tamaño de la empresa, el sector al que pertenece la organización o el puesto o posición.
Son las empresas pequeñas donde este porcentaje de mujeres en más elevado y a medida que aumenta el número de empleados la presencia de la mujer en puestos de responsabilidad disminuye. Por ejemplo, en las empresas del IBEX 35 únicamente el 18% de los puestos están ocupados por mujeres.
Respecto al sectores de referencia, las mujeres suelen estar más presentes en sectores vinculados con la educación, sanidad y hostelería, mientras los hombres con tecnologías, servicio…
Cuando analizamos los puestos de trabajo encontramos que las mujeres están más representadas en posiciones de dirección en puestos de Dirección de RRHH, Calidad, Publicidad, áreas “funcionales”. Mientras, el género masculino suele ocupar puestos vinculados a la DG, Informática, Producción, Logística, áreas “estratégicas”.
La mujeres están más presentes en comités de dirección de empresas pequeñas, de sectores relacionados a nivel Sanidad y Educación y en posiciones de dirección de RRHH, Calidad y Publicidad.
Un término muy relacionado con la igualdad entre hombres y mujeres es el Techo de cristal. Este hace referencia a la barrera invisible que encuentran muchas mujeres en el acceso a los puestos altos de la organización.
Pero realmente ¿cuáles son estas barreras que están dificultando la incorporación de la mujer en puestos de alta responsabilidad?
Las creencias personales, estereotipos, las tendencias de comportamiento y problemas a la hora de conciliar, son algunas de las causas que hacen difícil la paridad.
Analizamos las causas y esta podemos englobarlas en dos tipos: internas/personales y externas/sociales.
Las causas internas tienen connotaciones muy arraigadas a nivel personal, vinculadas con creencias y estereotipos de las mujeres que frenan cualquier evolución y crecimiento profesional; mensajes internos de : “yo no puedo”
En la base de todo ello existen algunas cuestiones por resolver: ¿las mujeres quieren optar a puestos de dirección? ¿Un techo impuesto? ¿o es el resultado de una decisión?
El tiempo lo dirá.
Victoria Benlloch
Directora Adecco Consultoría
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