Los profesionales en la gestión de personas sabemos que la movilidad internacional es una necesidad y también una oportunidad para el empleado en estos tiempos de reciclaje. Sobre todo para el profesional dedicado a la investigación que se va en busca de más especialización o un puesto mejor para poder ascender en su carrera profesional. Para estas personas, la movilidad es la mejor herramienta de formación, porque en la mayoría de los casos, se trata de profesionales con garantías de mejorar sus conocimientos. En la mayoría de ocasiones, se corresponde a un perfil de una persona con ganas de evolucionar profesionalmente, con capacidad de compromiso, que quiere asumir retos. Una persona con iniciativa, con ambición y que vive el cambio con ilusión.
La movilidad internacional forma parte de la idiosincrasia del sector, pues ya desde las universidades se facilita la posibilidad de participar en programas de movilidad e intercambios dentro y fuera de las fronteras europeas. Gracias a vínculos de cooperación con universidades de todo el mundo, los estudiantes, docentes e investigadores pueden incrementar sus conocimientos con profesionales a nivel internacional.
Por otro lado, desde La Unión Europea se promueve también la internacionalización de este sector, en el sentido de simplificar y agilizar el reconocimiento de las cualificaciones profesionales, también para flexibilizar el mercado laboral y poder cubrir, de forma rápida la falta de profesionales en determinados Estados miembros. Recientemente se acaba de aprobar una nueva legislación que promueve dicha movilidad entre los profesionales del sector sanitario y farmacéutico.
Por otro lado, los planes de expansión de muchas multinacionales farmacéuticas incluyen planes de movilidad. Desde RR.HH., la labor es promover y gestionar la recolocación del empleado, entendiéndola como una forma de revalorizar a sus profesionales. Porque los perfiles profesionales están cambiando, se transforman, se especializan y se adaptan a las nuevas necesidades del sector en particular y del mercado en general. La movilidad internacional facilita estas nuevas dinámicas y aporta distintas rutinas de trabajo. Está demostrado que la influencia de las experiencias en el extranjero favorecen al desarrollo profesional de una persona. Para el empleado, toda experiencia nueva es una forma de enriquecimiento, toda vivencia es una experiencia.
A pesar de las ventajas que pueda tener la movilidad internacional, no podemos olvidar el esfuerzo que supone para muchas familias un traslado de este tipo. Por este motivo, desde el área de gestión de personas, son muchos los condicionantes a tener en cuenta debido a los cambios que puede ocasionar este tipo de movimientos, y se debe garantizar a los empleados una integración exitosa a todos los niveles, tanto profesional como personal y familiar.
Nuria Rius, Directora de Servicio de Adecco
SUSCRÍBETE
SUSCRÍBETE