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La gestión del conocimiento se ha convertido en una herramienta muy valiosa para las empresas de la industria 4.0. La digitalización y la implementación de nuevos modelos de negocio obligan a asumir nuevas funcionalidades. Estas competencias tienen que ser adquiridas de manera rápida y constante. Para ello resulta imprescindible acudir al lifelong learning. Desarrollamos este concepto.
Lifelong learning podría traducirse como “aprendiendo a lo largo de la vida”. Este concepto hace referencia a lo que entendemos como aprendizaje continuo. ¿Pero qué es exactamente el lifelong learning? El aprendizaje continuo es el proceso de aprender nuevas habilidades y conocimientos de forma continua.
Esta metodología puede llevarse a cabo de muchas formas, desde cursos formales hasta aprendizaje social informal. Implica iniciativa propia y asumir desafíos. El aprendizaje continuo también puede estar dentro de una organización o ser personal. En este último caso se trataría de aprendizaje permanente.
Mantenerse competitivos en el mercado global implica organizaciones innovadoras, adaptables y en constante evolución. Si las empresas desean permanecer vivas, han de asumir que afrontan un escenario completamente cambiante. Lograr mantenerse al día depende de la habilidad y el conocimiento de su fuerza laboral. Pero ¿cómo se consigue este tipo de plantilla?
Innovar, probar un nuevo proceso o hacer algo novedoso requiere aprendizaje. Las personas necesitan adquirir conocimientos o habilidades actualizadas. De esta manera se capacitan para ver las cosas bajo una perspectiva más actual y afrontar los retos más recientes.
Cuando las organizaciones no respaldan un proceso continuo de aprendizaje, la innovación no ocurre, los procesos permanecen sin cambios. En este escenario, se pierde capacidad productiva y visibilidad en el mercado. Asimismo, la obsolescencia de las tácticas empleadas impactarán directamente en la línea de flotación de un negocio: su realidad económica.
Los empleados deben poder desafiarse a sí mismos para obtener nuevos conocimientos, ideas y habilidades. El aprendizaje debe ser flexible, bajo demanda y continuo. Las empresas deben comprender que este es el modo de conseguir un rendimiento de vanguardia.
Adoptar una política de lifelong learning debe ser una decisión bien planificada. De esta manera, su desarrollo obedecerá a las necesidades de la empresa y a sus previsiones de futuro. No obstante, hay que dejar claro que este tipo de actuaciones benefician por igual a negocios y trabajadores.
Crear una cultura de aprendizaje dentro de la organización es una forma efectiva de mejorar el rendimiento y la innovación. También incide sobre el grado de satisfacción de la plantilla y es una buena estrategia para retener talento.
La actualización continua de conocimientos o habilidades puede ayudar a un empleado. Tanto en su vida profesional como en su vida personal.
Crear un ambiente de apoyo que aliente a los empleados al aprendizaje continuo requiere compromiso, recursos y entrenamiento. Es importante crear una cultura lifelong learning en la organización. Esta tarea debe contar con el apoyo y la implicación de los cargos gerenciales y los supervisores. De esta forma, los empleados se verán más motivados y comprometidos con su formación.
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