10 minutos
Para crear una imagen completa de la formación laboral en tiempos de covid, las empresas deben elaborar una respuesta multifuncional de equipo compuesto por miembros de todos los grupos de interés. Estos incluyen negocios de recursos humanos, socios, personal de formación, IT, técnicos de plataformas y proveedores. Establecer una cadencia operativa regular y trabajo coordinado con la respuesta más amplia.
Se debe realizar una clasificación rápida de toda la cartera de ofertas de aprendizaje y establecer prioridades para lo que será necesario para adaptarse a un formato virtual o solo digital. Una vez clara la visión de toda la cartera, llega el momento de priorizar qué construir. Esto es importante porque no se puede crear versiones digitales de todo, y es necesaria la estrategia para la asignación de escasos recursos de diseño.
Resulta necesario establecer criterios de triaje, una combinación de métricas de impacto y su viabilidad. Hay que dar prioridad a los programas imprescindibles (como empleados onboarding) y luego implementar programas de actualidad (como enseñar habilidades de trabajo remoto, habilidades de gestión remota y habilidades de liderazgo en tiempo de crisis).
Una buena toma de decisiones en este período inicial requiere información y datos apropiados. Lo más recomendable es desarrollar varios productos mínimos viables: un calendario móvil de seis semanas de los próximos programas e hitos, un mapa de calor de exposición (por ejemplo, el número de participantes afectados por región o tipo de programa), una lista priorizada de programas para rediseño y un panel que muestra el progreso, indicadores clave y desencadenantes de decisiones.
Resulta apropiado empezar por diseñar y ejecutar un plan para apoyar empleados que sea consistente con la mayoría de pautas disponibles por parte de las autoridades sanitarias locales y mundiales. La comunicación debe ser clara y frecuente con los trabajadores en los próximos programas de aprendizaje y se deben incluir criterios específicos sobre cuándo los programas serán diferidos, modificados y cancelados.
Si la empresa avanza con la formación laboral en persona, se deben comunicar con antelación las precauciones que se tomarán, como el distanciamiento social, alternativas para estrechar la mano y mejorar la limpieza y procedimientos de higienización. Para los participantes de forma remota, hay que asegúrese de que tengan y estén familiarizados con las herramientas de colaboración virtual disponibles.
Para aquellos programas de aprendizaje continuo con un componente presencial, hay que adaptar su impartición para reducir el riesgo de los participantes. Por ejemplo, considerar la posibilidad de descentralizar los eventos físicos. Esto podría significar reemplazar los eventos de lanzamiento global con múltiples eventos regionales iniciales o reemplazando un gran evento en persona con varios grupos pequeños en sesiones de videoconferencia.
Si las restricciones de desplazamiento implican sesiones en persona o los equipos de formación no están disponibles, la solución pasaría por contar con empleados locales, como gerentes o exalumnos de programas anteriores. Prepáralos utilizando un enfoque de formador-formador. Esto implica que los futuros coaches, anteriormente participantes, se capaciten sobre la mejor manera de facilitar las sesiones, para finalmente recibir feedback de un formador con experiencia tras su primera sesión de formación.
Hay que fomentar la entrega digital en todos los segmentos de la fuerza laboral, desde gerentes de primera línea hasta altos líderes. Estos formatos incluyen un mayor sentido de comunidad, propósito y enfoque para las personas que ya no están en continuo contacto con sus colegas en la oficina. A nivel global, las organizaciones emplean el aprendizaje digital para aumentar la colaboración entre equipos que trabajan de forma remota o en diferentes zonas horarias, ya que toman cursos juntos y colaboran en formatos virtuales (como videoconferencias y mensajería instantánea).
Es demasiado pronto para decir cómo afectará definitivamente la Covid-19 a la adopción acelerada del aprendizaje digital. Lo que es claramente diferente hoy en día es que mantener a la gente segura y reducir el riesgo de contagio es clave para la formación laboral digital. Esto abre una oportunidad única para promover las carteras existentes habilitadas digitalmente de ofertas de aprendizaje como una forma de ayudar a los colegas durante tiempos difíciles.
La adopción de la entrega virtual también permite que el aprendizaje sea una oportunidad de mejorar la experiencia en tecnología digital por parte de los empleados. Es una forma para que los líderes vinculen la comunicación con los alumnos y los motiven individualmente, en comunidad o con el propósito de la empresa.
Además, los CEO también podrán modelar los comportamientos deseados a través de la participación activa en cursos digitales. Los foros de discusión son perfectos para este fin, al igual que los reducidos proyectos grupales virtuales que impulsan el compromiso, la conectividad y la aplicación.
Por último, la formación laboral digital es importante en estos tiempos de rápida evolución para reforzar el vínculo entre los resultados comerciales y el desarrollo de habilidades a largo plazo. El aprendizaje no se da exclusivamente en eventos únicos y discretos. Las restricciones de desplazamiento pueden afectar a los programas de aprendizaje en persona en el entorno actual, pero el desarrollo de habilidades debe continuar para poder avanzar en las metas a largo plazo.
A medida que las organizaciones promueven cada vez más sus carteras de opciones de formación laboral digital, algunas también consideran migrar algunos programas de formación presencial existentes hacia un formato totalmente virtual. Tales esfuerzos van más allá de limitarse a aplicar soluciones tecnológicas existentes para ofrecer aulas virtuales. Más bien, representan un pensamiento totalmente nuevo de la experiencia de aprendizaje para permitir una formación más colaborativa e interactiva.
Adherirse a varios principios puede ayudar a migrar un curso presencial hacia una experiencia totalmente digital. Se debe considerar el “problema del aprendizaje” como una oportunidad y redefinir la experiencia desde cero. Hay que establecer prioridades para los objetivos de la formación y centrarse intensamente en la selección del contenido que resulte satisfactorio.
A medida que las organizaciones exploran las implicaciones a largo plazo de un entorno cada vez más digital para la formación laboral, puede valer la pena considerar la tecnología no convencional como posible solución a la necesidad de reducir los encuentros físicos. Algunos ejemplos incluyen la realidad virtual en las sesiones de formación.
Implementar tales soluciones puede llevar más tiempo que otras acciones realizadas con anterioridad, por lo que las empresas tendrán que sopesar los posibles resultados frente a su evolución a largo plazo.
En cualquier entorno cambiante e incierto como el que estamos viviendo, las técnicas de planificación de escenarios deben formar parte de todo enfoque relativo a la formación laboral. El equipo de aprendizaje-respuesta debe centrarse en practicar la toma de decisiones y la comunicación efectiva en una variedad de escenarios potenciales.
Si la demanda de suministro digital en formación laboral continua en aumento, el equipo formador debe asegurarse de comprender qué necesita para poder enseñar a los trabajadores y abordar cualquier limitación tecnológica por adelantado.
Los expertos en formación que implementan un plan de respuesta para la Covid-19 minimizan el impacto de la enfermedad en el desarrollo de habilidades y garantizan la seguridad de los alumnos. En última instancia, mejoran la formación laboral en general, lo que también puede servir a las empresas como hito en esta época tan difícil e incierta.
SUSCRÍBETE
SUSCRÍBETE