La competencia entre empresas por atraer por los mejores talentos está aumentando, así como el enfoque organizacional en el compromiso y la retención de este. De ahí la importancia de la formación en la movilidad del talento.
La economía actual se acelera y cambia rápidamente, lo que significa que las organizaciones necesitan fuerzas de trabajo ágiles y flexibles. Trabajar continuamente hacia la mejora y el crecimiento requiere contar con las mejores personas para cada rol. Además, todos los empleados deben estar altamente motivados para la consecución de un mismo objetivo.
La gestión del talento es clave para construir una base sólida de procesos de selección. Solo así se fomenta el éxito a través de la contratación, la incorporación y el desarrollo. Pero apostar por la movilidad del talento puede ayudar a que cada organización llegue aún más lejos
La movilidad del talento se está convirtiendo en una herramienta imprescindible para cualquier empresa que busque contratar y retener empleados increíbles. Así como desarrollar y alinear la fuerza de trabajo con los objetivos comerciales estratégicos previamente establecidos.
Podemos definir la movilidad del talento como la práctica de trasladar personas dentro de una organización. El objetivo de la rotación es la de obtener nuevas habilidades y agudeza a través de nuevos roles y responsabilidades. Así, las empresas se aseguran de conseguir el talento adecuado en el lugar correcto en el momento necesario, garantizando resultados comerciales exitosos.
Esencialmente, la movilidad del talento consiste en dar a los empleados la oportunidad de desarrollarse y crecer más allá de un desarrollo profesional lineal y estándar.
Las organizaciones se benefician de esta movilidad del talento a nivel interno. Al centrarse en crear un programa de movilidad, es más probable que la organización aproveche al máximo las habilidades de los empleados. Tener un equipo flexible significa que Recursos Humanos puede concentrar sus esfuerzos de contratación externa exclusivamente para los puestos más especializados y difíciles de ocupar.
Además, esta gestión del talento hace que sea más probable que los empleados busquen empleo o permanezcan en la organización gracias a las grandes oportunidades de desarrollo. A los trabajadores les gusta que se les brinden oportunidades para prosperar y contribuir al éxito de la organización. También, la actual fuerza laboral y los empleados potenciales valoran mucho la capacidad de crecer dentro de una empresa.
La movilidad del talento permite crear una sólida línea de liderazgo al tiempo que se mejora el compromiso y la retención de los empleados de valor. Según un informe de Global Human Capital Trends, el 53% de los trabajadores más jóvenes quieren asumir roles de liderazgo, pero solo el 6% de las organizaciones tienen programas de liderazgo sólidos. Contar con un programa de movilidad significa que los empleados puedan desempeñarse en una variedad de roles, llevando a cabo actividades de aprendizaje y desempeñando funciones que les identifiquen como candidatos a ser líderes.
El compromiso y la retención mejoran. El motivo es claro, los empleados tienen un potencial continuo para alcanzar nuevas metas y enfrentar nuevos desafíos, crear conexiones significativas y desarrollar habilidades.
Llega el momento de hacerse una muy buena pregunta: ¿cómo pueden las competencias mejorar la movilidad del talento de una organización? Ya que las competencias identifican los comportamientos y cualidades cruciales necesarios para el éxito en un trabajo en particular, los empleados pueden ver qué competencias necesitan para realizar movimientos verticales y laterales. Por ejemplo, sin las competencias adecuadas, cambiar de departamento manteniendo el mismo nivel de gestión y responsabilidad resultado bastante complejo.
Es probable que, a priori, no se tenga claro si los empleados tienen las habilidades necesarias para tener éxito en un papel aparentemente diferente. Las competencias permiten establecer conexiones entre roles en diferentes departamentos. Así, los empleados pueden ver qué habilidades poseen para ser útiles en otro rol.
De esta forma, cada individuo también es capaz de ver claramente qué habilidades le faltan. Como resultado, pueden ponerse manos a la obra y crear un plan de desarrollo específico que les permita obtenerlas. Las competencias también permiten saber cuándo desempeñamos bien nuestras tareas, lo que conlleva a una mayor participación y retención dentro de las empresas.
Por todo lo anterior, queda patente la importancia de la formación en la movilidad del talento. Compañías y trabajadores deben trabajar al unísono para conseguir una buena gestión del talento y que la fuerza laboral cuente con las habilidades necesarias para la consecución de objetivos.
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