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Como dijo Abraham Lincoln, “la mejor manera de predecir el futuro es crearlo”. Hoy en día, estas palabras resuenan más fuerte que nunca, ya que las tasas de desempleo masivo en todo el mundo exigen que los jóvenes tomen su futuro en sus manos e inventen sus propios trabajos nada más terminar su formación. El espíritu empresarial, descrito en términos generales como el acto de crear algo de la nada, puede ser una solución al desafío global del desempleo juvenil y una fuente importante de creación de empleo muy necesaria. Más aún, el espíritu empresarial juvenil puede ser una celebración de la creatividad y la aptitud tecnológica de los jóvenes, y una herramienta poderosa para su empoderamiento.
Hemos podido observar que desde que comenzó la crisis financiera y después la sanitaria, los gobiernos y el sector privado en muchos casos ya no pueden brindar a los jóvenes oportunidades de empleo adecuadas. Por tanto, el emprendimiento juvenil juega un papel vital para el crecimiento económico y actúa como catalizador para la creación de empleo. No obstante, es cierto que, a pesar del consenso generalizado sobre la necesidad del espíritu empresarial juvenil, los jóvenes no consideran la creación de una nueva empresa como su primera opción profesional al graduarse.
Por lo tanto, se deben desarrollar más iniciativas para cultivar la mentalidad empresarial entre los jóvenes a través de la educación no formal, llamando la atención sobre las virtudes del espíritu empresarial juvenil. Asimismo, deberían introducirse cursos de espíritu empresarial en los planes de estudio de las escuelas para familiarizar a los jóvenes con el mundo empresarial y proporcionarles las competencias que necesitan para convertirse en empresarios.
De manera similar, existe una preocupación a nivel mundial por la remodelación de los sistemas educativos para conectar a los jóvenes con el mercado laboral. En una economía global en constante cambio, los establecimientos educativos no logran equipar a los jóvenes con las habilidades que necesitan en el mundo del trabajo, a saber, alfabetización digital, perspicacia comercial general y otras habilidades sociales como la confianza en sí mismos, la comunicación y la habilidad para resolver problemas. El desajuste entre las competencias que tienen los jóvenes y las buscadas por los empleadores, principalmente competencias en TIC y tecnología, exacerba aún más el problema del desempleo juvenil.
Un estudio de la Comisión Europea revela que en apenas unos años habrá más de un millón de puestos de trabajo sin cubrir en el sector de las TIC que, a pesar de los niveles actuales de desempleo, proporciona más de 100.000 puestos de trabajo digitales al año. Con el fin de abordar este problema, la Comisión lanzó la Gran Coalición para Empleos Digitales, cuyo objetivo es igualar la oferta y la demanda de habilidades digitales.
Además, el Foro Europeo de la Juventud ha iniciado el Diálogo Estructurado, un proceso que reúne las opiniones de los jóvenes sobre cuestiones que les conciernen y los involucra directamente en la definición de las políticas de juventud de la UE. La fase actual del diálogo estructurado se centra en el emprendimiento juvenil como medio para lograr la inclusión social y la autonomía de los jóvenes, además de como fuente de creación de empleo. Otras iniciativas, como el centro de Embajadores del Consejo de la Juventud de Chipre, apoya proyectos dirigidos por jóvenes y promueve el espíritu empresarial de estos como un enfoque para luchar contra el desempleo juvenil.
Sorprendentemente, el voluntariado también puede conducir a la iniciativa empresarial de los jóvenes y la consiguiente creación de empleo. Concretamente, el voluntariado no solo brinda acceso a grupos cívicos y redes sociales, sino que también conecta a los jóvenes con los recursos y la información que necesitan para convertirse en emprendedores. El acceso a mentores, socios y fuentes de financiación es fundamental cuando se trata de fortalecer las empresas emergentes, y el voluntariado puede ser una puerta de entrada a todo esto.
Siendo ese el caso, el emprendimiento juvenil es elogiado no solo como una ruta hacia la creación de empleo y el empoderamiento de los jóvenes, sino también como una forma de integrar a este grupo, incluidos aquellos con menos oportunidades, en la sociedad. El espíritu empresarial juvenil también proporciona a los jóvenes las habilidades y experiencias necesarias para prosperar económicamente a lo largo de sus vidas, al mismo tiempo que ayuda a sus países a prosperar.
Teniendo todo esto en cuenta, el emprendimiento juvenil debe avanzar más en las agendas de los líderes mundiales. Además, deberían introducirse marcos legales para la protección de los jóvenes empresarios e incentivos fiscales para la creación de empresas.
Sin duda, ha llegado el momento de que los jóvenes se alejen de la incertidumbre y construyan su futuro. Las cumbres como One Young World son ideales para reunir a personas de ideas afines, promover el espíritu empresarial y dar a los jóvenes la confianza para iniciar proyectos y liderarlos como creación de empleo.
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