Sí, en casa estamos, y sí, también en teoría trabajando. Pero, reconozcámoslo, trabajar desde casa con la familia presente, por muy responsable, motivado o comprometido que estés, no es fácil. Entonces, ¿cómo podemos ayudar a nuestros equipos en remoto?
Empecemos por el principio. Es decir, ¿cuáles son los factores que tenemos en cuenta en este gran experimento que se llama trabajar desde casa con la familia en ella?
En mi opinión hay 4 grandes factores a tener en cuenta:
Vayamos una por una:
Después de tantos años velando por las normas de seguridad en nuestras empresas, de repente no sabemos ni siquiera si nuestros empleados tienen una mesa de trabajo. Porque sinceramente, ni todo el mundo tiene una vivienda con espacio ni la mayoría pensaron que alguna vez tendrían que trabajar desde casa. Claro que, seguramente, la mayoría tiene un sitio donde los niños hacen los deberes, pero no lo podemos utilizar ya que ellos también lo necesitan.
Permitidme que también saque a la luz el tema del control horario. Lo entiendo, no estamos de vacaciones. Pero tanta pelea arriba y abajo con el control horario y de repente nos encontramos con jornadas de 7 días a la semana interrumpidas ayudando a los niños con sus deberes, haciendo la compra, preparando comidas y cenas… ¿Quiere esto decir que no funciona? Claro que no.
Soy de las defensoras del teletrabajo, pero opino que en la situación actual, lo primero que debemos plantearnos es conocer y entender las situaciones particulares en las que cada uno tiene que hacer frente a este desafío. ¿Tienen nuestros empleados un lugar adecuado para trabajar? Y si la respuesta es negativa, ¿cómo les estamos ayudando a gestionarlo? Debemos tener en cuenta también su realidad. Es decir, el número de personas en el hogar, la atención que necesitan, etcétera.
El hecho de que se haya impuesto trabajar desde casa de manera abrupta por la llegada del Sr. Covid no puede servir de excusa para dejar de ocuparnos de las personas, valorando el entorno físico y personal.
No es lo mismo estar un adulto solo en casa con dos niños que dos adultos y 5 hijos, que tener una persona mayor o hijos con menos de 14 años. Pero claro, me diréis que esto no es responsabilidad de la empresa, a lo que yo contestare que tenéis razón. Sin embargo, los empleados sí lo son y están trabajando. Al igual que en la oficina, debemos velar y ayudar a crear un entorno posible donde puedan desarrollar su trabajo con éxito.
Si el lugar donde se trabaja es importante, qué me decís del WiFi. Soy consciente de que todos los hogares cuentan con conexión pero, ¿tiene el WiFi la capacidad suficiente para que toda la familia esté conectada al mismo tiempo?
Sé también que, en general, todas las empresas han cuidado el acceso a tener ordenadores, la posibilidad de tener documentos compartidos y soy consciente que herramientas como Zoom o Microsoft Team se han convertido en nuestro mejor aliado. Pero ¿es esto suficiente? Probablemente lo sea, pero sin llegar a cubrir todas nuestras necesidades.
Mas allá de las herramientas, ¿hemos dado la formación oportuna a los empleados para que puedan utilizarlas correctamente? ¿Qué pasa si la conexión a Internet no les permite teletrabajar? Acepto que a todos esto nos ha pillado de improvisto y que la situación dista de ser perfecta, pero creo que es importante asegúranos de que las personas saben utilizar las herramientas, que entiende dónde y cómo acceder a la información y que conocen dónde buscar los recursos necesarios para hacer su trabajo.
No hablaré del liderazgo en general, pero si de esas cualidades que se deben tener si queremos ayudar a todos nuestros empleados. Especialmente ahora con el estado de emergencia sanitaria.
Hay que aceptar que ni a todo el mundo le gusta, ni todos tenemos las capacidades necesarias para trabajar desde casa. En un mundo ideal y antes de implementar esta serie de medidas, se debería valorar quién tiene la necesidad (bien por distancia o temas personales) o aptitudes necesarias para teletrabajar.
Pero como el mundo no es perfecto y no podemos elegir, dejarme que os diga que en mi opinión las aptitudes necesarias son:
Y como nada es perfecto, os pregunto, ¿cómo estáis ayudando a vuestros empleados para que desarrollen estas habilidades? ¿Tenéis un plan de mentoring o coaching?
Trabajar desde casa es una realidad que ha venido para quedarse. De ella, podemos sacar grandes aprendizajes y beneficios si sabemos gestionarlo bien. Sin olvidar, claro está, que los seres humanos somos precisamente eso, seres humanos en la oficina y en el hogar. ?
Nekane Rodríguez de Galarza
Managing Director, Global Affiliates, LHH
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