El 1 de marzo es el Día de la Cero Discriminación, un evento mundial anual que promueve la diversidad y reconoce que todos contamos. La ONU celebró por primera vez el Día de la Cero Discriminación el 1 de marzo de 2014, después de que ONUSIDA, un programa de la ONU sobre el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), lanzara su Campaña de Cero Discriminación en el Día Mundial del SIDA en diciembre de 2013.
Si bien la dignidad de cada persona está consagrada en la Declaración Universal de Derechos Humanos, cada día se vulneran estos derechos a nivel global debido a leyes y prácticas discriminatorias. Las leyes deben proteger, no rechazar. Toda persona tiene el mismo derecho a ser tratada con dignidad y respeto.
El año pasado, al menos 20 países establecieron restricciones de viaje para personas seropositivas; unos 29 Estados requieren el consentimiento del marido o la pareja para que una mujer acceda a los servicios de salud sexual y reproductiva; 17 países criminalizaron a las personas transgénero; y las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo se penalizaron en al menos 67 países y territorios de todo el mundo.
Para ciertos grupos, 59 países instituyeron pruebas de VIH obligatorias para permisos de matrimonio, trabajo o residencia; 45 estados impusieron leyes que requieren el consentimiento de los padres para que los menores de 18 años accedan a los servicios de pruebas del VIH; y 33 países impusieron la pena de muerte por delitos relacionados con las drogas.
Sin embargo, no todas las noticias son negativas. El año pasado, algunos países tomaron decisiones históricas para cambiar leyes y proyectos de ley discriminatorios.
Las reivindicaciones del Día de la Cero Discriminación van mucho más allá de la exclusión de los pacientes con VIH. Cualquier tipo de discriminación es una violación de los derechos humanos que afecta a todo tipo de personas, ya sea por su religión, raza, nacionalidad, género, discapacidad o identidad u orientación sexual.
La mariposa es el símbolo que toma esta jornada a modo de emblema a la cero discriminación. Se identifica como una transformación necesaria y positiva, muy necesaria en los tiempos de incertidumbre que estamos viviendo.
Desde el comienzo de la pandemia a nivel mundial, la discriminación se ha multiplicado por diez. Son precisamente los más desfavorecidos los que más se contagian del coronavirus y los que más están padeciendo las consecuencias económicas de la crisis sanitaria que vivimos.
Es el propio coronavirus el origen de la discriminación y la estigmatización de este último año. Hemos sido testigos de cómo se han visto señalados ciertos grupos raciales o cómo personas con PCR positivas han sido discriminados en el ámbito laboral, social o incluso dentro de su propio vecindario.
En cuestión de género, las mujeres tienen mayor probabilidad que los hombres a perder su empleo desde el comienzo de la crisis sanitaria al estar más presentes en sectores afectados por la cuarentena y los confinamientos. Además, las medidas de confinamiento pueden tener consecuencias en el reparto de responsabilidades en el hogar y el cuidado de los hijos. Las mujeres son más propensas a ser las únicas provisoras de cuidado infantil, lo que podría acentuarse durante la crisis sanitaria.
El informe de desigualdad publicado por Oxfam Intermón refiere que cerca de un millón de personas en España han entrado en la pobreza severa debido a la pandemia. Las personas migrantes, junto con jóvenes, mujeres y personas con bajo nivel educativo, son los colectivos más afectados por la desigualdad económica. Con la destrucción de empleo, especialmente en sectores afectados por los cierres de actividad o que no han podido teletrabajar, la caída de ingresos de los trabajadores y trabajadoras más precarios está siendo devastadora.
Por todo ello, el Gobierno ha ido aprobando medidas extraordinarias con el fin de ayudar a los sectores más afectados por la Covid-19. Sin embargo, la crisis sanitaria está resultando devastadora, no solo para el empleo y la economía, sino para todos los ámbitos del ser humano.
Todas las personas tienen talentos únicos, que pueden ayudar y fortalecer las metas de sus países. No importa que diferentes parezcan sus gustos y preferencias. Todos los seres humanos gozamos de los mismos derechos.
La recuperación económica será lenta pero ya ha dado sus primeros pasos. Es el momento de reinventarse, tanto como potencial empleado como empleador, para superar esta crisis sanitaria aprovechando las oportunidades que pueda conllevar. Como suele decirse, es hora de reinventarse.
Aprovechar los periodos de confinamiento para adquirir o mejorar habilidades te ayudará, como empleado, a mejorar en tu puesto de trabajo o incluso encontrar uno mejor. Como empleador, puedes aprovechar el momento para reinventar los servicios ofrecidos por tu empresa para destacar sobre tu competencia y salir airoso en estos tiempos de incertidumbre.
Sea como sea, el Día de la Cero Discriminación debe servirnos para reconocer los talentos únicos y dejar de lado la marginación.
SUSCRÍBETE
SUSCRÍBETE