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Cada día aprendemos nuevas formas de adaptación al trabajo remoto mientras nos distanciamos y permanecemos confinados por la emergencia sanitaria del Covid-19. Si bien muchos especulan sobre cuánto durará la cuarentena y cuándo volveremos a la vida laboral normal, la realidad es que esta crisis está cambiando de manera permanente la forma en que trabajamos. No hay vuelta atrás ya que el lugar de trabajo se reinventa en tiempo real. Pero ¿cuáles serán los cambios del mundo laboral tras superar la pandemia?
La irrupción del Coronavirus ha puesto de manifiesto que son muchas las personas capaces de trabajar fácilmente desde sus casas. Los correos electrónicos, los chats y las videoconferencias para comunicarse rápidamente con sus colegas les permiten seguir desempeñando sus funciones sin inconveniente. Por ello, muchos empleados no volverán a la oficina incluso después de que la pandemia esté bajo control, y la necesidad de espacios de trabajo físicos y archivos en papel en el mundo laboral disminuirá. En cambio, muchas más personas trabajarán desde casa, completamente conectadas a través de sus móviles, ordenadores y demás dispositivos.
Estar en línea todo el tiempo también cambiará la jornada laboral típica. Dejarán de existir las jornadas laborales de ocho horas. Esto requiere que los empleados establezcan límites claros en el mundo laboral, distribuyendo su tiempo familiar, tiempo personal, tiempo libre y horas de sueño. De lo contrario, corren el riesgo de hacer sus días insoportables y una perjudicar su calidad de vida.
En otras palabras, la nueva realidad del teletrabajo ofrecerá formas creativas para formar comunidades de trabajo y relaciones más amigables con los colegas. Las horas felices virtuales, las reuniones de vídeo más cómodas y el trabajo frente a las identidades personales aumentan la capacidad de los empleados para ser camaradas y auténticos.
Pero a medida que el mundo laboral de los empleados ha cambiado, también lo han hecho las propias empresas, ya que la pandemia les ha mostrado cómo operar de manera más efectiva.
La pandemia ha enfatizado la importancia de los empleados de primera línea. Revirtiendo así las tendencias de las últimas décadas, cuando las empresas se enfocaron en disminuir el coste y la compensación de este tipo de trabajadores.
Al inicio de la crisis sanitaria global, empresas como Walmart, Kroger y Target mejoraron con bonos especiales o incrementos salariales las condiciones laborales de sus trabajadores de primera línea. Por su parte, los empleados de Amazon, Whole Foods e Instacart se declararon en huelga para conseguir mejores condiciones de seguridad y un aumento salarial.
Mientras que se despiden o suspenden decenas de millones de contratos permanentes, miles de personas están siendo contratadas por grandes empresas para trabajos temporales y de media jornada. Esto se debe al incremento de las ventas online y la necesidad del reparto de dichas mercancías a domicilio en el nuevo mundo laboral.
Si bien estos trabajos carecerán de estabilidad y beneficios, se volverán más comunes incluso una vez superada la pandemia. Las empresas marcadas por la respuesta a la crisis sanitaria serán reacias a incorporar personal a tiempo completo cuando pueden optar por roles flexibles en su lugar.
El Covid-19 está obligando a las empresas a acelerar su transformación para ser totalmente digitales a nivel mundial. Todos deberían tener acceso a la misma información para hacer su trabajo. De esta forma, se eliminarán presentaciones que cubren información conocida y permitirán que los trabajadores se concentren en resolver problemas importantes a través de reuniones online más cortas.
Dentro de los cambios en el mundo laboral dejarán de ser necesarias las largas presentaciones de PowerPoint. Las agendas estarán más enfocadas, lo que permitirá reducir drásticamente los tiempos de reunión.
En las últimas dos décadas, el enfoque en los sistemas y procesos para reducir los costes de los trabajadores de primera línea ha llevado a contratar más gerentes, analistas y consultores intermedios. Con la transformación digital, las compañías necesitarán muchos menos roles de este tipo.
Los trabajos de los gerentes deben modificarse por roles de liderazgo de equipo puedan producir y asesorar. Así, los actuales gerentes de ventas se convertirán en líderes de ventas que administran cuentas clave. Con herramientas de calendario fáciles de usar y sistemas de videoconferencia, hay menos necesidad de soporte administrativo en el nuevo mundo laboral. En lugar de consultores que hacen el trabajo de la gerencia, las compañías deberían enfrentar los desafíos a sus propios empleados que conocen el negocio mucho mejor que cualquier consultor.
La pandemia nos ha demostrado que no necesitamos volar a Shangai o Zúrich para gestionar, revisar o controlar nuestros negocios. Usando programas de videoconferencia como Zoom o Skype, las reuniones pueden ser igual de efectivas online. Y no tener que viajar para reunirse en persona no solo ahorra dinero a las empresas, sino que hace que sus líderes sean mucho más eficientes, al tiempo que reduce el estrés de los desplazamientos.
El papel de los líderes cambiará a una mayor atención sobre el empoderamiento de sus empleados, dándoles energía en torno a una misión común y midiendo los resultados de su trabajo. En lugar de medir los aportes de los empleados, las empresas cambiarán a resultados y métricas prospectivas como la participación de mercado y los comentarios de los clientes.
A pesar de la terrible tragedia causada por el Covid-19, esta agitación está desbloqueando la innovación ante los inminentes cambios en el mundo laboral. Estas nuevas formas de trabajar de manera más eficiente no solo cambiarán la naturaleza del lugar de trabajo, sino que harán que las empresas sean más efectivas. Las empresas que descubran cómo usar la adversidad de hoy para inventar el lugar de trabajo del mañana serán las que prosperen a largo plazo.
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