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La mayoría de los estudiantes universitarios saben qué son los perfiles STEM de la formación. No es de extrañar, pues las empresas demandan mayoritariamente los perfiles ligados a las disciplinas STEM. Pero ¿en qué consisten exactamente estos estudios?
La evolución del mercado laboral reclama profesionales con formaciones relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. El acrónimo STEM hace referencia precisamente a estas materias: Science, Technology, Engineering y Mathematics. El futuro demanda profesionales con habilidades ampliamente desarrolladas en las áreas STEM de la formación.
Las cuatro ramas del conocimiento que abarcan los perfiles STEM de la formación implican un amplio abanico de carreras universitarias. Medicina, Nanociencia, Desarrollo de aplicaciones web, Genética, Química, Enfermería, Robótica, Física, Ingeniería Naval, Arquitectura, Matemáticas, Electrónica o Estadística son solo un ejemplo.
En realidad, no se trata de estudios universitarios nuevos. Siempre han estado disponibles para la formación de los jóvenes. Sin embargo, las necesidades del mercado laboral actual hacen que las empresas reclamen perfiles especializados en STEM.
Lo que permite destacar a los postulantes con formación en perfiles STEM de su competencia es que están versados en el estudio práctico. Es decir, no conocen el aprendizaje exclusivamente teórico y repetitivo. Las áreas STEM de la formación motivan a los jóvenes a idear, resolver, construir, experimentar y aprender. Se favorece el trabajo en equipo y se aprende a solventar problemas reales sobre los que hay que tomar decisiones.
Además, las enseñanzas en perfiles STEM fomentan que los alumnos reflexionen y sean creativos a la hora de resolver incidentes. También favorecen el pensamiento crítico personal, la motivación, una buena autoestima y, por supuesto, desarrollar las capacidades comunicativas.
Las áreas STEM de la formación engloban actividades de análisis y tratamiento de datos (Big Data), Inteligencia Artificial (IA), Realidad Virtual y Aumentada, el Internet de las Cosas (IoT), Bioinformática, etcétera. Es decir, todos los conocimientos y habilidades que, hoy en día, reclama el mundo empresarial.
Las últimas noticias con relación al alumnado de carreras STEM no es muy halagüeña. A pesar de la demanda laboral que ofrecen los perfiles STEM de la formación, se están registrando muchas menos matriculaciones en carreras técnicas. Según los jóvenes, el motivo se debe a la falta de vocación, dificultad académica y orientación.
Con este análisis, podría decirse que en España no existe la vocación STEM. Los jóvenes no se sienten motivados ni reciben orientación para desarrollarse en este tipo de carreras. De hecho, los datos facilitados por el Ministerio de Educación y Formación Profesional revelan que las matriculaciones en estudios de ingeniería y arquitectura han descendido en un 28% entre 2010 y 2017. Un periodo en el que las empresas no ha parado de demandar este tipo de perfiles. Es más, en el mercado laboral español se registran 10.000 vacantes en el sector tecnológico por falta de personal cualificado.
Y en cuestiones de género las expectativas siguen siendo negativas. Según los datos del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, el porcentaje de mujeres en las carreras tecnológicas lleva estancado desde los años 90. Las carreras STEM continúan como asignatura pendiente en el campo de la igualdad de género.
Una de las principales oportunidades que ofrecen las áreas de formación STEM es el aprendizaje del desarrollo de las habilidades blandas (soft skills). Puesto que la Inteligencia Artificial (IA) y la robótica muestran signos evidentes de predominar en el futuro, destacar sobre el resto gracias a estas capacidades resulta de lo más interesante. A día de hoy, las máquinas siguen sin poder equipararse al ser humano en lo que a pensamiento crítico, manejo de la ambigüedad, toma de decisiones y resolución de problemas respecta.
Estas formaciones ofrecen las mejores tasas de empleabilidad en la actualidad. Recopilando los datos del Ministerio de Educación, los perfiles más demandados en este sentido don Medicina, Óptica, Farmacia, Finanzas y el amplio campo de las Ingenierías.
En 2019, los perfiles más buscados según los informes de Spring Professional son los siguientes:
Las oportunidades de desarrollo profesional en los perfiles STEM de formación son amplias, variadas y con un futuro prometedor. Se debe motivar al alumnado a optar por estas carreras. No solo para cubrir las actuales demandas del mercado laboral, sino para que puedan desarrollar su pensamiento crítico y sentirse realizados con el trabajo elegido.
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